Rozadilla visitó las instalaciones del nuevo servicio de urgencias en donde pudo comprobar de primera mano lo que ya han avanzado los delegados de prevención sindicales, es decir, que las nuevas instalaciones no cumplen con los requisitor mínimos para albergar un servicio como el de urgencias.
"Las instalaciones son pésimas para el normal desempeño de sus labores por parte de los trabajadores, ya que tienen una iluminación incorrecta, insuficiencia de espacios propios para realizar jornadas de 16 a 24 horas, así como unas malas condiciones de visibilidad, que no les permiten tener controlado en todo momento quien entra o sale del recinto".
A ello Rozadilla añadió "de todas formas es peor aún para los usuarios del servicio, con puertas que se enfrentan a otras puertas, colapsando el exiguo pasillo disponible, y con importantes carencias en términos de accesibilidad tanto del Centro de Salud a las Urgencias como en sentido contrario".
Y es que la entrada citada va a dar a seis escalones, sin rellano alguno, lo que al consiguiente peligro para quien no esté familiarizado con el recinto, supone un obstáculo casi insalvable para quienes tengan que manipular una silla de ruedas o una camilla, ya sea de subida o de bajada.
En cuanto al acceso directo a las urgencias, se trata de una puerta que no se puede abrir desde fuera, que tiene que ser abierta siempre por el celador, sin las dimensiones adecuadas para la entrada de una camilla desde una ambulancia, o para personas que accedan en silla de ruedas. El recibidor que se encuentran no tiene espacio suficiente para que en el mismo momento haya una camilla y por ejemplo alguien entre o salga del baño. Y es que la puerta del aseo invade la mitad del espacio reservado para la entrada y recepción de pacientes.
Milagros Rozadilla criticó que "desde la Consejería de Sanidad se da como válida la obra y siguen adelante con ella, y que en el ayuntamiento de Santoña, la alcaldesa da la callada por respuesta, incapaz de exigir al Gobierno, de su mismo color político, que subsane todos los defectos que tienen las obras. Unos trabajos que en lugar de aumentar la calidad del servicio que se presta a los ciudaanos, conviertne al Servicio de Urgencias de Atención Primaria en Santoña en un cúmulo de despropósitos".
"Estas obras constituyen un perfecto ejemplo del deterioro de la calidad asistencial, de la ausencia de planificación y de la desastrosa gestión de infraestructuras sanitarias en nuestra Comunidad Autónoma, además de un uso ineficiente de los recursos y del dinero público. Lejos de resolver problemas , las remozadas instalaciones los agravan, suponiendo un grave deterioro tanto para las condiciones de trabajo del personal sanitario como para los usuarios del servicios de urgencias".
