Ayer se ha declarado oficialmente que Cantabria se encuentra sumida en recesión económica. Creo que los miembros del Gobierno de Revilla eran los únicos cántabros que no sabían hasta ayer que estábamos en recesión.
Precisamente, tres días después de que el Consejero de Industria, Sr. Del Olmo, desde la tribuna del Parlamento de Cantabria, en una interpelación sobre suelo industrial, dijera textualmente "que Cantabria no está en recesión, frente a lo que es común en el resto del país".
Porque cualquiera que observase los datos del desempleo, que ha subido casi un 100% en un año; los datos de visados de viviendas, que son de toda España los que más han caído (un 70% el último dato para todo el año 2008); los datos de venta de vehículos (caída del 50% interanual en diciembre); y los datos de turismo (-7% pernoctaciones) y de comercio minorista (-5%), por citar sólo unos ejemplos...
...cualquiera que observase esto y no se pusiera las orejeras como nuestros gobernantes, sabía de sobra hace dos meses que Cantabria estaba en recesión.
El Partido Popular lo estuvo advirtiendo durante todo el año 2008. Lo advertimos con especial insistencia en octubre, cuando ofrecimos nuestra ayuda para aprobar un Presupuesto de Cantabria radicalmente diferente, un presupuesto que fuese un instrumento anticrisis y no una reedición de los vicios e inercias de la anterior legislatura.
No se nos hizo caso. Presidente y Vicepresidenta nos descalificaron. El consejero de Economía se puso como una fiera ante nuestra oferta de diálogo. Otro consejero dijo que era contra natura pactar con la oposición.
Es decir, hace bien pocos meses el Gobierno del señor Revilla era insensible a los signos de recesión, insensible a las ofertas de diálogo para una nueva política económica. Nos llamaban catastrofistas y despreciaban nuestro ofrecimiento.
En el último trimestre se contrajo la construcción un 8% interanual, la industria un 2,3%, y los servicios de mercado y la agricultura se congelaron en torno al 0%. Crecen los servicios de no mercado, fundamentalmente las administraciones, pero eso se debe, como explica la nota del INE sobre Contabilidad Trimestral de España y cito literalmente, "al notable crecimiento de las compras de bienes y servicios, así como a la remuneración de los asalariados de estas Administraciones". Lo dice el INE, que algo sabe de ello.
Por tanto, el único dato positivo es un dato que se refiere al mayor gasto corriente de las administraciones en compras y salarios, pero no a que se produjera un incremento de actividad productiva real.
El Gobierno de Cantabria es un gobierno políticamente agotado y quemado en su mayor parte, que no le dice la verdad al Parlamento.
Y es un Gobierno que siempre está ocultando la verdad a los ciudadanos, sobre todo la verdad que se refiere al paro, a la economía y a las empresas.
Pero hoy lo que tenemos es no sólo una economía en recesión, sino también un Gobierno en recesión, un Gobierno que cada vez cae más bajo en su nivel de gestión.
Un Gobierno al que la patronal ha tenido que practicar artes marciales para que abra un poco la mano, no mucho, en las subvenciones industriales.
Un gobierno cuyo proyecto estrella ya nos ha costado 5.000 millones de pesetas sin haber empezado a vender ni una escoba, GFB, puede que acabe en manos del Gobierno de Cantabria. Y así el fomento de la inversión privada conduce a la conversión del sector público en el hospital de los fracasos de Revilla y Gorostiaga. El 'yeso-mocho', si fuéramos una democracia realmente europea, hubiese costado ya dimisiones. Pero los consejeros responsables siguen defendiendo lo indefendible, y quien los designó, el señor Revilla, ahora dice que él no habla, que ése es un problema de una empresa privada.
Pero hemos de insistir en la política de simples decorados cinematográficos y de cartón piedra de este gobierno. ¿ por cierto qué es de la ciudad del cine? ¿está funcionando después de seis años de gobierno Revilla algún edificio del Parque Científico-Tecnológico? Ninguno. ¿Funciona alguna empresa en el polígono de Tanos-Viérnoles o en el imaginario parque empresarial de Villaescusa? Ninguna. ¿cuántos metros cuadrados de suelo industrial de los 10 millones prometidos están a disposición de los empresarios? ¿Está en obras el Museo de Cantabria? Tampoco.
Pregunten ustedes en Santander, o en Torrelavega, cómo están todas las grandes inversiones que dependen del Gobierno de Revilla o del Gobierno de Zapatero en los dos mayores municipios de Cantabria: en La Remonta, en las Estaciones santanderinas o en la Estación de FEVE en Torrelavega. Pregunten dónde está el convenio para financiar la tercera fase de Valdecilla, que se reprometió por enésima vez este otoño y todavía está sin firmar.
¿Cómo se puede decir que el sector público tirará de la economía en 2009? Naturalmente, quedándonos con el cuerpo inerte de GFB y haciendo más grande el agujero financiero del Gobierno de Cantabria a base de inflar gastos corrientes.
Por tanto, no sólo estamos en recesión económica, sino también en recesión política, porque tenemos un Gobierno negacionista de la crisis, un Gobierno que reacciona agresivamente ante las malas noticias que estropean todos los días el cuento de hadas que le quiere contar al pueblo de Cantabria para dormirle.
Tenemos un Gobierno incapaz de renovarse, ni en ideas, ni en personas.
El Gobierno de Cantabria necesita oxigenarse y remodelarse para hacer frente a la crisis, para ser útil a los cántabros.
En el Partido Popular no nos vamos a quedar sólo en la crítica y en el control. Vamos a seguir desarrollando nuestras alternativas.
Quiero recordar que hemos propuesto, ya desde el debate presupuestario, que se estudiaran numerosas e importantes medidas, tanto de inversión pública como de reducción de impuestos a familias y empresas.
Hemos reclamado planes sectoriales consensuados para sectores fundamentales como la construcción residencial o el turismo.
Hemos promovido que la comunidad se tome en serio todo lo que se refiere a un ágil desarrollo del territorio de Cantabria, porque es esencial para reactivar la construcción residencial y un desarrollo sostenible que sea justo social y ambientalmente.
Hemos reclamado la reactivación de la licitación de obra pública después de que el año siguiente a las elecciones cayera escandalosamente un 70%.
Pero, y les pongo otro ejemplo, el señor consejero de Industria ha regresado de presenciar en Llanes los planes de FEVE hasta 2012 y no ha sido capaz de decir nada del soterramiento de FEVE en Torrelavega. Con ese pasotismo en la reivindicación, con ese pelotilleo sistemático al zapaterismo, Cantabria no llegará jamás a una alta inversión sostenida de todas las administraciones.
Y ayer, vemos con desolación, cómo la número 1 del PSOE Cántabro al Congreso, Dña. Elena Salgado, Ministra de Administraciones Públicas, compromete con el Gobierno Catalán un incremento del 20% de las inversiones ya cuantiosísimas que el gobierno Zapatero había aprobado en su Presupuesto para 2009 en Cataluña. Nada menos que 800 millones de euros más y con una justificación que si a la Diputada por Cantabria, Elena Salgado, de verdad conociera Cantabria, le avergonzaría. La justificación no es otra que la de acabar con el déficit histórico en infraestructuras de Cataluña.
¡¡¡ Y que esto lo diga alguien que representa a Cantabria en el Congreso de los Diputados!!!
Nosotros proponemos que se tome en serio al más alto nivel la necesidad de liderar y confeccionar una verdadera ofensiva integral contra la crisis. No parches ni ocurrencias nocturnas, sino auténticos programas bien pensados y bien negociados con los empresarios y los sindicatos.
Nosotros apoyamos las líneas de crédito ICO, pero nos preguntamos si ante un exceso de deuda de las familias y las empresas la solución que se propone es más deuda todavía. Creemos que ese tema merece no convocatorias para hacerse la foto y vender medias verdades, sino un esfuerzo real de coordinación con la patronal y con las entidades financieras de Cantabria sobre el tema de la liquidez y el mercado del crédito.
Porque ya los créditos superan en 5.000 millones de euros a los depósitos en Cantabria (informes de coyuntura del web de la Consejería de Economía). ¿La solución es más deuda? ¿La solución es que el Gobierno compita con los particulares en la captación de liquidez, en vez de asumir un régimen austero en el gasto corriente?
Por tanto, la tarea del Partido Popular es seguir elaborando y ofreciendo su alternativa a la sociedad. Fundamentalmente a ella y en diálogo con todos los colectivos. Porque el Gobierno PSOE-PRC, con quien deberíamos tener más acuerdos en bien de la región en la que nosotros somos fuerza mayoritaria, desdeña prácticamente todos nuestros ofrecimientos e iniciativas parlamentarias.
Por tanto tenemos que decirle al Gobierno que asuma no sólo la recesión económica, sino la suya propia, y que se renueve y reorganice para afrontar una situación de excepcional gravedad. Y el máximo responsable de hacerlo es el Presidente, que debe empezar a gobernar de verdad, que después de seis años ya le toca.
