Tras subrayar que el debate sobre el nuevo modelo de financiación autonómica es en estos momentos "uno de los principales retos que afronta nuestra región" y significar que de su resultado "dependerán los recursos futuros con los que contará la Comunidad Autónoma para atender la necesidades de los cántabros", el presidente regional del PP quiso dejar constancia de la preocupación que le produce lo que calificó como "ruptura de la multilateralidad en la negociación".
"Siempre hemos defendido la necesidad de alcanzar acuerdos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera -- continuó Diego -- pero tememos que no sólo desde el Gobierno de Zapatero se haya roto ese principio de multilateralidad, ya que se empezó a dialogar sólo con Cataluña, sino que tememos también por la pérdida de otro elemento vital en la financiación autonómica, cual es la solidaridad", apuntó.
En su opinión, "la ruptura de la multilateralidad se produjo de hecho cuando el Gobierno de Zapatero promovió y aprobó en el Congreso el Estatuto Catalán que a 1 de enero de 2009 entra en vigor a efectos económicos y da lugar a una financiación diferenciada con respecto al resto de las regiones de España".
En cuanto a la pérdida de la solidaridad, Diego explicó que "no se ha concretado la cobertura de la suficiencia y, por tanto, tampoco el de la solidaridad del sistema. La palabra solidaridad -- subrayó -- no aparece en el documento a negociar".
Diego lamentó por otro lado que a pesar de que el Partido Popular "desde hace más de dos años viene ofreciendo dialogo al Gobierno regional para que la propuesta de Cantabria en esta negociación no sea sólo la del Ejecutivo, sino la de toda la sociedad cántabra", esa propuesta se haya visto rechazada.
El presidente regional del PP expresó la necesidad de que el nuevo modelo de financiación "considere los costes de los servicios en Cantabria atendiendo a sus peculiaridades", como la dispersión y envejecimiento de la población, la orografía de la comunidad o los gastos fijos, cuyo reparto resulta muy alto por habitante dada la escasa población y los servicios que a ella se prestan.
Sin embargo, Ignacio Diego manifestó sentirse "decepcionado", ya que "después de tres años de discusión el Gobierno sólo ha sido capaz de ofrecer un modelo con imprecisiones y generalidades y no sabemos por el momento cuál es la cantidad que va recibir Cantabria, ni siquiera una estimación sobre esos costes".
"Sólo menciona la población como factor de determinación del coste de los servicios, el resto de variables prácticamente ni se menciona, lo que evidentemente asegura un serio perjuicio para Cantabria dada la imprecisión en cuanto a la ponderación del resto de criterios", señaló el presidente del PP quien añadió que "del texto se desprende un aumento adicional de impuestos para los españoles y no aparecen los elementos de austeridad ni de rigor presupuestarios que necesariamente deben ser incluidos en un modelo de financiación que se reforma en plena crisis económica", concluyó.
