Partido Popular en Cantabria

El Partido Popular ha venido constatando a lo largo del último año con una honda preocupación tanto el deterioro de la situación económica y laboral de Cantabria como la obcecación triunfalista del Gobierno de Cantabria, que no ha querido reconocer la gravedad de la situación, ni se ha dignado a asumir su responsabilidad y tomar la iniciativa de convocar a la oposición a un gran pacto contra la recesión y sus consecuencias sociales.
Las tímidas declaraciones de la secretaria general del PSOE y de su vicesecretaria apelando a un consenso se esfumaron de inmediato cuando el Partido Popular presentó públicamente, el viernes 31 de octubre, su oferta de apoyar los Presupuestos Generales de Cantabria para 2009 si se aceptaba negociar con nosotros sobre diez grandes prioridades en la lucha contra la crisis.
Estas prioridades iban, como se recordará, referidas a la racionalización de ingresos y gastos con rebajas fiscales a familias y empresas; a las ayudas a los desempleados, a las pymes y al sector ganadero; al impulso a las infraestructuras industriales y de comunicaciones; a mejoras en la formación profesional y la atención a los niños de 0-2 años creando una red global de guarderías; a la reducción de listas de espera en hospitales y creación de nuevos equipamientos sanitarios en atención primaria y especializada; a garantizar los recursos necesarios para el ágil y pleno desarrollo de la Ley de Dependencia; a la dinamización del mercado de la vivienda para cumplir una labor social y a la vez reanimar al sector de construcción; y a que hubiera compromisos de transparencia en el gasto de las empresas públicas y de agilidad en la adjudicación de obra pública y en el pago de subvenciones agrarias.
Aplicar estas prioridades suponía alterar la estructura, objetivos y recursos del proyecto de ley de Presupuestos, que es un proyecto continuista que dispara el gasto corriente a costa de la inversión productiva; que es un proyecto fuera de la realidad tanto en las expectativas de ingresos como en las orientaciones del gasto; y que es un proyecto en el que secciones clave desde el punto de vista productivo y social, como Obras Públicas, Industria, Desarrollo Rural y Servicio Cántabro de Empleo crecen por debajo de la media del presupuesto, y por tanto, quedarán por debajo del IPC y supondrán una reducción real del gasto en dichos apartados.
El Gobierno de Cantabria quiere obligar a la región a afrontar una grave crisis económica con un presupuesto calcado del de una época de crecimiento, y que simplemente busca cubrir con la deuda el margen de maniobra que se pierde con unos desorbitados gastos corrientes y con una previsible caída de ingresos tributarios (caída que el proyecto de ley se niega a valorar en todo su impacto posible).
Conscientes de que era necesaria una negociación con el Gobierno para reformular un presupuesto inservible, que no puede ser replanteado vía enmiendas parciales, el Partido Popular lleva desde el 31 de octubre esperando un respuesta positiva del Gobierno y de los partidos que lo forman. Hemos esperado en vano. Han pasado más de 20 días y sólo hemos recibido desprecios, excusas infantiles y hasta expresiones ofensivas como contestación a nuestra oferta de consenso. La conclusión es clara: el Gobierno de Cantabria quiere seguir adelante con el presupuesto del paro, la recesión y el despilfarro, y no quiere luchar contra la crisis económica desde una concertación política que genere una estrategia económica apoyada por todos.
Tomamos nota de ese doble rechazo del Gobierno -rechazo al diálogo, rechazo a elaborar un verdadero presupuesto anticrisis-, y por tanto no nos queda otro remedio, llegado el plazo límite legal, que presentar una enmienda a la totalidad del presupuesto, que hemos pretendido evitar por todos los medios.
Presentamos, pues, esta enmienda de totalidad contra un presupuesto que a Cantabria no le servirá para afrontar la crisis económica, y contra un Gobierno altanero e irresponsable, que ha dicho en sede parlamentaria que pactar con la oposición es algo "contra natura". Lo que el Partido Popular considera "contra natura" es que el desempleo suba un 40% en doce meses en Cantabria y que el Gobierno regional se limite a hacer para 2009 una mala fotocopia del presupuesto que ya ha funcionado tan pésimamente en 2008.
El Partido Popular quiere que el debate democrático en el Parlamento ponga en evidencia el doble fracaso del Gobierno de Revilla y Gorostiaga: la incapacidad de promover un consenso político contra la recesión y el desempleo; y la incapacidad para cambiar de política económica cuando cambia la situación económica.
La cerrazón irracional del Gobierno regional nos obliga a presentar esta enmienda a la totalidad y a defender en ella lo que, a nuestro juicio, deberían ser las auténticas prioridades del Presupuesto de 2009. Prioridades que, desde luego, no consisten en subir los gastos corrientes en un 8% y reducir las ayudas a la inversión en un 5%; o subir el gasto de personal cuatro veces más que la inversión real, como prevé el proyecto de ley presentado en el Parlamento. La crisis exige justamente lo contrario: contener y donde sea posible reducir gasto corriente, y hacer el esfuerzo en la inversión y las ayudas generadoras de puestos de trabajo.
Estamos convencidos de que la gran mayoría de los ciudadanos comparte nuestra inquietud ante la crisis económica, nuestra voluntad de diálogo y nuestro decálogo de prioridades. Y por tanto estamos seguros de que desean que defendamos estas ideas en el Parlamento de Cantabria, para mostrar que la forma en que se pretende gobernar la región en época de recesión no es, ni mucho menos, la única posible, sino sólo una de las peores imaginables: sin diálogo y sin autocrítica.
Este Presupuesto y este Gobierno se han hecho acreedores a una enmienda a la totalidad por parte del grupo más votado por los cántabros, el Grupo Popular.