En unos momentos de grave crisis, con un seguro descenso en los ingresos por la caída de la actividad económica, no debe menospreciarse una oportunidad como ésta. Tanto el Gobierno (PRC-PSOE) como el PP tienen la obligación de hacer un esfuerzo por consensuar los Presupuestos del año 2009 y para llegar a ese objetivo es imprescindible una primera reunión en la que de forma ordenada y seria se expongan los criterios en los que es posible la convergencia. Una reunión a nada compromete y nada determina, pero es un gesto que evidencia disposición al diálogo y buen talante. El Gobierno, que es quien tiene en su mano la decisión final, no debería negarse a una entrevista de la que puede nacer un Presupuesto de pleno acuerdo, con el máximo respaldo, en unos momentos de crisis económica en el que muchos cántabros van a experimentar recortes en sus ingresos o verse en la cola del paro.