"Si Cantabria quiere aspirar a un futuro de modernidad, si Cantabria quiere competir en igualdad de oportunidades con el resto de omunidades autónomas de su entorno, si Cantabria quiere ser competitiva y progresar necesita disponer de energía, algo en lo que todo el mundo está de acuerdo y viene diciendo desde hace años, sin que Cantabria sea productora y sin solución a la distribución de energía lo vamos a tener difícil y complicado, en competitividad y desarrollo.
Dificultades de producción energética que dificultan a su vez la instalación de nuevas empresas y porque tenemos que ser capaces garantizar el servicio a las empresas existentes. Ante esto tenemos a un Gobierno cruzado de brazos, con muy poca seriedad y falta de rigor a la hora de afrontar los problemas energéticos de Cantabria.
El Gobierno de Cantabria aprobó el Plan energético en el año 2006. Este Plan energético establecía como estrategias para la solución de la producción de energía dos vías; la aprobación de un plan eólico y la instalación o construcción de dos centrales de ciclo combinado en nuestra Comunidad Autónoma y en dos sitios específicos; Solvay y Sniace.En el Pleno de ayer quedó claro que el Gobierno ha renunciado a la aprobación de un plan eólico, ya no aprueba un plan eólico sino que desarrollará la previsión del Plenercan a base de decretazos.
Pero centrándonos en lo que creemos más grave; centrales de ciclo combinado. Afirma el Gobierno en este documento del año 2006 que la solución definitiva a los problemas de producción de energía en nuestra CCAA son dos centrales de ciclo combinado en dos lugares específicos, Solvay y Sniace; y que así podremos pasar de ser una comunidad importadora a región exportadora de energía.
Pues bien esas dos centrales de ciclo combinado no se van a construir porque a pesar de que el Gobierno las escribió en su plan energético, a pesar de que el Presidente de Cantabria, señor Revilla dijo que se llevaría por delante a quien se opusiera a los proyectos de Sniace, Solvay y el del valle de Buelna, es el propio Gobierno de Cantabria el que en sus informes desaconseja la construcción de estas centrales de ciclo combinado.
Pero si este despropósito es de una gravedad palpable se torna peor si cabe, cuando uno acude al boe 2006 y encuentra el informe de la consejería de medio ambiente de Cantabria del 2004 recomendando la no autorización a Sniace para la construcción de una central de ciclo combinado. Y como ayer aseguró el Consejero de Medio Ambiente, en el Parlamento, la posición del Gobierno de Cantabria respecto al proyecto de Solvay ha seguido los mismos derroteros; denegar la autorización de construcción de central de ciclo combinado en Solvay.
Es decir, dos meses después de que el Ministerio denegara el estudio al proyecto de Sniace y dos años después de que el Gobierno de Cantabria informara negativamente la autorización de este proyecto el Gobierno de Cantabria, en octubre del año 2006 escribe en su plan energético como solución al déficit de producción de energía la central de ciclo combinado de Sniace.
¿Pero alguien puede entender tanta falta de seriedad y rigor? a pesar de que la Consejería de Medio Ambiente informó desfavorablemente la construcción de la central de ciclo combinado en Sniace, el propio Gobierno recoge en el PLENERCAN, la central de ciclo combinado de Sniace como una de las soluciones al déficit de producción de energía en nuestra Comunidad Autónoma.
Y todavía afirma el Gobierno ayer que no son proyectos del Gobierno de Cantabria sino que son proyectos de empresas privadas; proyectos de empresas privadas que el Gobierno recoge en su estrategia energética de futuro para Cantabria, ¿qué ocurre, que si una iniciativa privada proyecta construir una central de ciclo combinado en el parque de la naturaleza de cabárceno el Gobierno lo recoge en su plenercan?
Esto es una tomadura de pelo no sólo a los empresarios sino a todos los cantabros, una tomadura de pelo de un Gobierno que se está riendo a carcajada limpia de los cántabros.El Gobierno de Cantabria debe entender que cuando apoya tres proyectos de centrales de ciclo combinado en nuestra región las expectativas y la alarma social que se crean son de tal magnitud que no puede gestionarlas con tanta falta de rigor; expectativas económicas, empresariales y de empleo frustradas por su negativa a la construcción que derivan en alarma social tanto desde el punto de vista de salud como del desarrollo económico no generado.
Esto es un despropósito de este Gobierno, su falta de rigor y seriedad hacen perder a nuestra Comunidad Autónoma credibilidad para inversión externa.Y les recuerdo como la empresa irlandesa que preveía invertir en el valle de buelna una inversión de 500 millones euros y una potencia de 800 megawatios con la construcción de una central de ciclo combinado en los terrenos del parque empresarial que tenía previsto construir allí el Gobierno se marchó de Cantabria por el engaño del Gobierno, que cinco años después es un engaño demostrable porque ha sido incapaz de poner en marcha ni un solo metro cuadrado industrial no sólo en el valle de buelna sino en toda Cantabria.
Pero qué gobierno serio puede recoger en un documento de planificación energética dos centrales que no cumplen previamente las previsiones tasadas y regladas; solo lo puede hacer quien no sabe lo que tiene entre manos y quien le importa más bien poco el futuro de esta CCAA. Tenemos un Gobierno en Cantabria que no nos merecemos los cántabros, necesitamos uno que luche por nuestros intereses y que ponga en marcha iniciativas que solucionen los problemas de nuestra Comunidad Autónoma.
Hemos preguntado al Gobierno, al Consejero de Medio Ambiente, cuáles son los criterios medioambientales sobre la construcción de las centrales de ciclo combinado en Cantabria y no nos ha contestado, una actitud, la del consejero de Medio Ambiente, que podemos considerar de impresentable, porque sobre todo ha dejado claro su criterio de que el desarrollo del Plenercan en Cantabria no tiene nada que ver con el medio ambiente.
El daño que este Gobierno está causando a Cantabria no solo va a ser difícil de cuantificar, sino que además su inactividad y su falta de ejecución en proyectos de interés y necesidad para esta CCAA nos estanca y no podremos competir. Está cruzado de brazos, no da solución a los verdaderos problemas de nuestra región; ejemplos tenemos para todos los gustos, y sino que juzguen los ciudadanos; cuatro ejes fundamentales a los que el Gobierno utiliza en discursos pero no lleva adelante con hechos; agua, suelo industrial, infraestructuras y energía.
Tenemos al frente de nuestra Comunidad Autónoma un Gobierno de pacotilla que no es consciente de la responsabilidad que tiene entre manos. Lo dejaron muy claro ayer los consejeros de Industria y Medio Ambiente; si no hay iniciativa privada no hay solución a los problemas energéticos de nuestra región.Está al frente de nuestra Comunidad Autónoma un Gobierno que quiera pasar sin pena ni gloria sin entender que quien sufre las consecuencias de su desgana y pereza es Cantabria y los cántabros. Un Gobierno en el que ya nadie confia, los empresarios que pretenden invertir en Cantabria saben que este Gobierno no es de fiar
Si intentaramos buscar un Gobierno que lo hiciera peor que el que sufrimos los cántabros, les puedo asegurar que no lo encontraríamos.
Son incapaces de poner encima de la mesa soluciones, alternativas de futuro a los proyectos que el propio Gobierno de Cantabria ha rechazado.
El futuro que nos espera con socialistas y regionalistas es que dentro de lustros estemos igual o peor que ahora.
Si el gobierno ha tardado en decir no a dos proyectos que consideraba necesarios y únicos a los problemas energéticos de nuestra región siete años, ¿cuándo va a tener Cantabria solucionado el problema de producción y distribución de energía para poder competir en igualdad con el resto de Comunidades Autónomas?
