El presidente del Partido Popular de Cantabria, considera "inaceptable" la "desconsideración" que tuvo el consejero de Pesca vasco cuando se reunió con el consejero cántabro de Desarrollo rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria, al emplazarle a un posterior encuentro en septiembre para analizar este tema.
Diego ha explicado que las restricciones a la pesca en aguas interiores vascas se decidieron, por parte del Gobierno vasco, de forma "unilateral e injustificada", y ha puesto en duda la existencia de los informes científicos a los que se aludió desde la comunidad vecina para justificar estas limitaciones.
En su análisis de la situación, Ignacio Diego ha recordado que ya el pasado mes de marzo el Gobierno vasco comunicó al de Cantabria la adopción de medidas restrictivas en la pesca en aguas interiores como consecuencia de unos informes científicos que advertían de sobreexplotación en los caladeros.
Diego considera por ello que "la Consejería de Pesca , en una actitud muy propia de sus responsables, ha dejado pasar el tiempo sin hacer nada hasta que el problema es ya un hecho". Junto a ello, el presidente del PP se ha planteado que si el Gobierno o el consejero "no es capaz" de actuar y "afrontar la situación" tendrían que "dar un paso atrás" porque "otros habrá que sepan".
Diego ha censurado la postura del titular vasco de Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, ya que ha mostrado una "desconsideración inaceptable" al declarar que se reuniría con Oria para abordar este problema a la vuelta de sus vacaciones.
El presidente del PP cántabro ha señalado que la prohibición de faenar en aguas interiores del País Vasco afecta "a 17 embarcaciones cántabras y 150 familias de la región" y ha opinado que "si las restricciones son necesarias, deberían serlo para todos".
El motivo no es otro que el hecho de que las aguas del País Vasco y de Cantabria se integran en un ámbito biológico "absolutamente ajeno a los límites provinciales" y ha considerado que las prohibiciones, en caso de ser necesarias, tendrán que afectar "a todos los cabezos del caladero y no sólo a una serie de líneas imaginarias trazadas de faro a faro por las administraciones".
A juicio de Ignacio Diego, los motivos de esta prohibición, de no responder realmente a causas biológicas, podrían estar, "pensando mal", en la proximidad de las elecciones en el País Vasco, en donde "hay un voto nacionalista que quizás se afirme con enfrentamientos de este tipo".