Partido Popular en Cantabria

El objetivo general es conseguir la mayoría necesaria para poder gobernar, para convertir un partido que ya es "ganador" y "hegemónico" en un "partido de gobierno", pero "no como un fin en sí mismo, sino como un instrumento para hacer realidad el proyecto de bienestar y progreso del Partido Popular", según explicó Sáenz de Buruaga.
Saénz de Buruaga mostró su convencimiento de que el partido es hoy "más necesario que nunca" para "superar la crisis y recuperar la senda de progreso y bienestar" y para ello el partido ofrece "eficacia y eficiencia en la gestión", un ideario de centro reformista y un "proyecto de región dinámica, moderna y competitiva" que representa "progreso y calidad de vida".
En su explicación de lo que entiende el PP por regionalismo, Sáenz de Buruaga manifestó que se trata de un regionalismo "pragmático y social", con la "reivindicación responsable" como máxima, y que busca "la modernización" política, económica y social de la región, y el bienestar de los ciudadanos.
En definitiva, una "reivindicación responsable", que "choca con la sumisión, la complacencia y la ausencia de reivindicación" del Gobierno de Cantabria frente al "retraso y abandono" de los grandes proyectos de infraestructuras estatales en la región.
"El pacto de Gobierno ha tenido efectos perversos para la región", sentenció la secretaria general del PP, quien denunció que "un socialismo regional devaluado" por sus "desastrosos" resultados electorales y un "falso regionalismo incapaz de ganar en las urnas y que debe el cargo a los socialistas" han dejado a Cantabria "sin atención a sus necesidades".
El Partido Popular está convencido de su capacidad para asumir la apuesta por el bienestar de los cántabros ya que, no sólo se considera un partido "cercano, abierto al diálogo y el consenso", sino que además cree que "ha demostrado ser alternativa de Gobierno poniendo con generosidad su proyecto al servicio de los intereses generales" y siendo desde la oposición el "auténtico motor" político de la región.
"Nuestro proyecto político es de progreso para Cantabria, y no de falsa progresía", añadió Eduardo Van den Eynde. Por ello, explicó que lo que propone el PP es una gestión "austera y eficaz que traiga el progreso económico y social para Cantabria", desde la convicción de que la "austeridad y la eficacia" en la gestión permiten mantener el "nivel máximo de prestaciones sociales", especialmente necesario en la coyuntura económica actual.
Con esa filosofía, el PP quiere trabajar por "una Cantabria competitiva, integrada y vertebrada en el ámbito nacional y europeo" en la que se termine con el "drama" de la paralización de grandes infraestructuras del Estado que dificulta la competitividad futura.
También apuesta por la "modernización y crecimiento industrial" que contrarreste las políticas industriales de los últimos años, que "han brillado por su ausencia o han sido nefastas".
Asimismo, el PP aboga por la "excelencia y humanización" del sistema sanitario, que ha sido uno de los "grandes fracasos" del actual Gobierno; y por avanzar en el bienestar de los cántabros con más y mejores políticas sociales, frente a un Gobierno al que se le ha "llenado la boca" hablando de política social con un discurso que "en absoluto se corresponde con la realidad".
Finalmente, el Partido Popular propugna "una Cantabria de hombres y mujeres en igualdad"; "una Cantabria tarea de todos", en la que se integre a todos los ciudadanos, porque cántabros son todos los que desarrollan su proyecto de vida en la región; "una Cantabria de oportunidades para los jóvenes"; con una educación "de calidad" que prime "el mérito y el esfuerzo"; "una Cantabria rural viable y en igualdad", y "una Cantabria municipal" en la que se desarrollen el pacto local y la Carta de Capitalidad para Santander.