El Partido Popular ha expresado hoy su preocupación por que el 40 aniversario de su Estatuto de Autonomía para Cantabria se ha convertido en una pugna entre el PRC y el PSOE por apropiarse de la organización de los actos conmemorativos y de la paternidad del Estatuto de Autonomía. “¿Qué sentido tiene que se organicen dos programas paralelos y dos campañas paralelas, una desde el Parlamento y otra desde el Gobierno, el mismo día y con dos logotipos diferentes? Y claro, con el doble de presupuesto que al final recae en el contribuyente y en los impuestos de los ciudadanos”, ha preguntado el portavoz del partido, Iñigo Fernández.
Para el PP, la contraprogramación de actos el pasado día 1 -con un discurso institucional de Miguel Ángel Revilla en el Gobierno de Cantabria y otro del presidente del Parlamento, Joaquín Gómez, en la Cámara- denota una carrera de celos entre PRC y PSOE por ver quién se apropia de la organización de estos actos para atribuirse la paternidad del Estatuto de Autonomía, lo que también explicaría “el partidismo, el sectarismo y el sesgo ideológico que se observa en las citas que se están organizando con motivo de esta conmemoración y en los mensajes que se están trasladando, que no tienen mucho que ver con la realidad”. Esta es la razón, también, de la “improvisación” del programa de actos, que “a día de hoy se encuentran manga por hombro”.
“Tendría que ser una celebración de todos, una celebración común y compartida, y a lo que estamos asistiendo es a un nuevo episodio de la guerra interna que mantienen PRC y PSOE, cada uno al frente de una institución rivalizando ahora por hacerse con el papel preponderante en esta conmemoración”, ha añadido el parlamentario regional del PP.
“Los cántabros no merecemos que la conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía para Cantabria se reduzca a una pelea ridícula entre el PRC y el PSOE por el protagonismo en esta celebración, con Miguel Ángel Revilla y Pablo Zuloaga peleándose entre sí por ver quién se cuelga más medallas”, al tiempo que se dedica “el doble de presupuesto y el doble de gasto a costa del contribuyente”, concluye Iñigo Fernández.
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