Alberto Cuartas, diputado nacional de UCD (Unión de Centro Democrático) entre 1979 y 1982 y ponente del Estatuto de Autonomía de Cantabria, ha recordado en el acto de conmemoración de la autonomía de Cantabria organizado por el Partido Popular que la autonomía obliga a asumir responsabilidades y no a buscar culpables externos.
Cuartas ha relatado el camino recorrido hasta que el Estatuto de Autonomía par Cantabria se convirtió en una realidad, desde sus inicios, que comienzan tras las primeras elecciones democráticas de 1977 y posterior aprobación de la Constitución que abrió la vía para que las provincias pudieran acceder a la autonomía, hasta su entrada en vigor el 1 de febrero de 1982.
Así, ha detallado que fue el primer congreso regional de UCD, de la entonces provincia de Santander, el que marca un punto de inflexión, ya que tras la elección de Ambrosio Calzada, la nueva dirección decide que Cantabria se dirija hacia una autonomía.
Con un mapa político nacional favorable para UDC en que el obtiene por Cantabria 6 de los 9 diputados nacionales, llegaron las elecciones municipales donde obtiene 18 de los 27 parlamentarios de la Diputación Provincial. Poco tiempo después, 86 ayuntamientos se suman a la solicitud de Cabezón de la Sal, el primer ayuntamiento que expresó su postura a favor de que Cantabria se convirtiera en una autonomía.
“Somos los primeros en obtener lo que la Constitución establece en su artículo 143 para conseguir poder optar a esa autonomía, pero falta la mayoría de la población, mayoría absoluta, para ello era necesario Santander y la Diputación Provincial”, ha explicado Cuartas, quien ha señalado que tras obtener las sumas necesarias llegó el momento de elaborar el Estatuto.
Para ello, ha detallado que se formó una Asamblea Mixta integrada por los 27 parlamentarios regionales y los 9 parlamentarios nacionales. Fue presidida por Justo de las Cuevas y en su idea inicial se planteó suprimir la Diputación Provincial para que no se duplicaran órganos, pero el Gobierno de España lo prohíbe por lo que se decide que los nuevos órganos absorban todas las competencias de la Diputación. “Si mañana desaparece la comunidad autónoma, la diputación está ahí, vacía de contenido, pero está”, ha subrayado Cuartas, quien ha explicado que esta fórmula luego se utilizó en el resto de autonomías.
El Estatuto se aprobó con los votos mayoritarios de UCD y se llevó al Congreso de los Diputados. Una vez allí, pasó a la Comisión Constitucional donde según ha recordado Cuartas, “sufrió presiones, retrasos y el bloqueo que causó el golpe de Estado del 23F, hasta que finalmente el 15 de diciembre de 1981 se aprobó la Ley Orgánica del Estatuto de Autonomía de Cantabria”.
Firmada por el rey el 30 de diciembre, a mediados de enero se publica en el BOE y entra en vigor el 1 de febrero de 1982, “de tal manera que la provincia de Santander pasó a ser la Comunidad Autónoma de Cantabria y la propia provincia de Santander pasó a denominarse provincia de Cantabria”, ha subrayado.
Cuartas, actor clave para la autonomía de Cantabria, ha abogado por la realización de una auditoria independiente sobre “lo que hemos hecho y sobre lo que deberíamos hacer de cara al futuro. No nos sirve de nada llorar y decir no nos dan, no nos conceden, porque si eso es así, ¿para qué nos ha servido la autonomía?, ha concluido.