La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado hoy que con la coalición PRC-PSOE, la autonomía de Cantabria se ha convertido en la sumisión de Cantabria y ha advertido a Miguel Ángel Revilla que no se puede estar en misa y repicando, porque la situación ha llegado a un extremo que o se está con Pedro Sánchez o se está con Cantabria.
La dirigente popular ha lanzado este aviso en la clausura de una jornada organizada por el partido para conmemorar los 40 años de autonomía, en la que también han intervenido Alberto Cuartas, uno de los ponentes del Estatuto de Autonomía, y Evaristo Domínguez, alcalde de Meruelo interrumpidamente desde 1979.
Durante su intervención, Buruaga ha hecho hincapié en que Cantabria llega a este 40 aniversario con un desgaste más que evidente de la coalición PRC-PSOE y la noticia de que el regionalismo amenaza a su socio de Gobierno, el PSOE, no porque el tren no llega de Santander a Bilbao o a Madrid, sino porque ni siquiera llega de Santander a Boo de Piélagos.
Según la presidenta, la realidad es que la coalición de los regionalistas con el PSOE deja a los cántabros tirados en un andén y esa es la metáfora de lo que sucede con todo lo demás, con el lobo, con la industria electro-intensiva, los afectados por la Ley de Costas, los impuestos, la financiación autonómica o el Corredor Atlántico.
Para la presidenta, este aniversario es un buen momento para preguntarse qué puede y debe hacer la autonomía que no está haciendo ahora para mejorar la vida de los cántabros y para qué sirve si al cabo de cuatro décadas todo es Madrid, Madrid, Madrid.
Y ha concluido que, con el regionalista de Revilla, Cantabria solo tiene una autonomía de nombre porque es el Gobierno de Pedro Sánchez el que dicta la política sanitaria, la industrial, la energética, la social y laboral; el que decide sobre las infraestructuras viarias y ferroviarias, y el que va a decir cómo hay que cobrar los impuestos cedidos como sucesiones o patrimonio y en qué hay que emplear los fondos europeos si es que algún día llegan.
“No se puede estar en misa y repicando y esto ha llegado a un extremo que o se está con Sánchez o se está con Cantabria”, ha afirmado la presidenta, quien ha subrayado que con la coalición PRC-PSOE la autonomía de Cantabria se ha convertido en la sumisión de Cantabria y todo lo que los regionalistas teatralizan como desacuerdos no son más que palabras que se lleva el viento porque amagan, vocean mucho, pero siempre acaban votando con Sánchez”.
Buruaga ha avisado de que el Estatuto de Autonomía no se redactó con la idea de que el Gobierno de Cantabria fuera una estafeta de correos para mandar cartas a los ministros y nada más. “Esto no es regionalismo, es un entreguismo político como no se ha visto nunca que ha convertido a Cantabria en una comunidad debilitada por su propio Gobierno”, ha remarcado.
Según ha recordado, Revilla empezó la legislatura diciendo que, si Madrid no cumplía, “se acabó todo y a empezar de nuevo”, pero la realidad es que Madrid no cumple ni sobre el papel ni sobre el terreno y su reacción no ha sido ninguna, sigue abrazado a Pedro Sánchez y, con ello, ha hecho a Cantabria más débil.
EL PP APOYARÁ AL GOBIERNO EN LA BATALLA DE LA FINANCIACIÓN
Además, se ha referido a la propuesta de financiación autonómica del Ejecutivo de Pedro Sánchez y ha asegurado que el Gobierno de Cantabria podrá contar con la ayuda y la experiencia del Partido Popular aunque no se lo merezca porque la región lo necesita, pero también le ha exigido trabajo, rigor, transparencia y participación.
Según Buruaga, todos los gobiernos se han armado hasta los dientes y han construido el consenso necesario en su comunidad, mientras que el de Cantabria llega tarde y mal, corriendo, formulando alegaciones en el tiempo de descuento y pasando por encima del principal partido de la oposición.
Buruaga ha advertido de que Cantabria está en una situación de extrema debilidad para afrontar esta negociación porque la batalla la va a librar un gobierno débil y sumiso, el peor gobierno de la historia de la comunidad, y un ejecutivo central que no cree en una nación de ciudadanos libres e iguales, sino en los privilegios que le mantienen en el poder.
Para la presienta, en este partido no se puede salir a empatar y el Gobierno ha colocado el listón muy bajo, porque no se trata de no perder un solo euro, sino de no conformarnos con un euro menos de lo que la región va a necesitar para sostener la sanidad, la educación y los servicios sociales en la próxima década.
Ha defendido que la autonomía es ante todo asunción de responsabilidad, no una disculpa para echar balones fuera, y tampoco tiene nada que ver con el lábaro ni con calzar albarcas, sino con dar la cara, tomar decisiones y ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos.
Para respaldar esta afirmación, ha puesto como ejemplo la conclusión de las obras del hospital Valdecilla, un ejercicio de autogobierno sin precedentes, porque si no llega a ser por la valentía y la determinación del Partido Popular no se habría puesto un solo ladrillo en el hospital. “Nunca la autonomía ha servido para tanto”, ha apostillado.
Buruaga ha concluido que hay solución porque hay otras políticas distintas y otra manera de hacer las cosas y ha subrayado que el PP sí tiene un programa de gobierno e ideas que son motores de crecimiento y soluciones para los ciudadanos.
Se adjuntan audios y fotografía
Créditos foto: Nacho Cubero