La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado hoy que 2021 ha sido uno de los peores años de la historia de la autonomía por el fracaso generalizado del Gobierno PRC-PSOE, que ha dejado todos los deberes sin hacer y ha colocado a Cantabria en clara desventaja para la recuperación.
La dirigente popular ha hecho balance de un año que acaba “muy mal” para la región tanto en lo económico, como en lo sanitario, con una sexta ola fuera de control y la comunidad autónoma sumida en la confusión por los continuos bandazos y cambios de criterio de un Gobierno incapaz de anticiparse.
Según Buruaga, con cada ola, el Gobierno hace siempre lo mismo: perseverar en el error, porque va por detrás de los acontecimientos y, cuando el virus le arrolla, aprieta el botón de las restricciones machacando economía, negocios y empleos. A su juicio, falta anticipación, coherencia, planificación y prevención y, ante todo, dirección, porque no hay nadie al mando.
A ello, ha sumado una política económica errónea, que está siendo un estorbo y un freno para la recuperación.
Cantabria cierra ente año con 37.454 parados, casi 2.000 personas en ERTE, más de 700 autónomos en cese actividad y 1.500 empresas menos cotizando, unos datos que, según la presidenta, alejan a la comunidad del objetivo de la recuperación y demuestran que el triunfalismo del Gobierno es injustificado y está fuera de lugar.
Según ha recordado, la comunidad autónoma está a la cola de la recuperación nacional y, de hecho, es la quinta con peor evolución económica de la última década. Al mismo tiempo, en el último año ha sido la tercera región donde menos ha descendido el desempleo.
“No sé qué hay que celebrar cuando Cantabria ha destruido empleo en noviembre mientras España lo creaba. El paro no baja porque se cree empleo, sino porque se echa a los cántabros del mercado laboral, todo lo contrario a lo que se entiende por una recuperación justa”, ha añadido.
La dirigente popular ha subrayado que la situación que vive Cantabria no es casualidad, sino la consecuencia de los continuos fracasos de Miguel Ángel Revilla y su coalición con el PSOE a la hora de impulsar inversiones públicas o atraer inversiones privadas para un progreso sostenido de la economía y los empleos estables y, lo que es aún peor, no hay un solo dato que no indique unas crecientes dificultades en la recuperación de la región ni que aporte esperanzas sobre la capacidad del Gobierno regional para generar otra dinámica.
Para la presidenta, Revilla se ha dedicado a la región menos que a la televisión y, por eso, ha sido incapaz de aprovechar la flexibilidad fiscal de Bruselas y de poner a funcionar el motor de la autonomía para socorrer a los cántabros cuando más lo necesitaban.
“No hay ni un solo proyecto público tractor de la economía que esté produciendo algo más que titulares y más titulares, la energía sigue estrangulando a la gran industria sin soluciones tangibles, tenemos graves problemas enquistados en el sector primario, pero el gobierno se dedica a la fanfarria y a la propaganda”, ha añadido y ha recordado que, para escarnio de empresas en crisis, la cruda realidad es que ha tenido que devolver a Madrid más de 20 millones euros de ayuda de emergencia destinados a pymes y autónomos.
Según la presidenta, nada de esto se va a arreglar con un Gobierno que huye de los problemas y vive de espaldas a la realidad y, mucho menos, con unos Presupuestos para 2022 que serán una rémora a la recuperación tras haber rechazado la bajada generalizada de impuestos propuesta por el PP.
Buruaga ha afirmado también que este 2021 será recordado como el año de los reveses monumentales en las grandes infraestructuras y una ausencia total de logros en compromisos de ejecución de los proyectos fundamentales para Cantabria porque el Gobierno de Revilla ha fracasado en la reivindicación.
Ha recordado que los fondos europeos no han llegado con fuerza al tejido productivo, a lo que ha sumado varapalos como la exclusión definitiva de Cantabria del Corredor Atlántico, la protección del lobo o una propuesta de financiación autonómica que supondría quitar a Cantabria 350 millones al año, lo que evidencia la nula capacidad de influencia de Revilla en Moncloa y la falta de compromiso del PSOE con la región.
Según Buruaga, el pacto PRC-PSOE no sirve a Cantabria más que para recibir una lluvia de bofetadas día tras otro. “Solo sirve a los intereses de los socios de Gobierno, pero está perjudicando frontalmente los intereses de los cántabros”, ha abundado.
Ha concluido que la política de Revilla ha quedado reducida al socialismo de albarcas, porque no hay ni gestión, ni autogobierno, ni reivindicación, y ha avisado de que después de este fracaso, Cantabria puede ser durante décadas una región en clara desventaja para su desarrollo económico.
La presidenta ha recordado que el PP no ha dejado de tender la mano al Gobierno ofreciendo soluciones y alternativas, pero no ha encontrado al otro lado más que soberbia y el no por el no, y ha subrayado que su partido no se cansará de mostrar su responsabilidad con Cantabria y de demostrar que hay otra forma de hacer las cosas y otra política con otros resultados.