Partido Popular en Cantabria

La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha reclamado hoy al Gobierno de Cantabria que coja el toro por los cuernos e intervenga de manera urgente ante la crisis del sector ganadero habilitando una línea de ayudas extraordinarias directas para todas las explotaciones por importe de 12 millones de euros.

“El Gobierno de Cantabria tiene que salir al rescate de nuestros ganaderos para asegurar su supervivencia. Es vital que deje de mirar al cielo y coja el toro por los cuernos, que deje de lamentarse y empiece a formar parte de la solución”, ha dicho la dirigente popular en una rueda de prensa en la que ha presentado la solución que el PP pone encima de la mesa y que llevará al pleno del próximo lunes para ayudar al mantenimiento de la actividad ganadera en la comunidad.

Buruaga ha afirmado que el campo agoniza y mientras tanto Pedro Sánchez y su ministro de Agricultura le dan la espalda y no hacen nada para garantizar unos precios justos ni para abaratar los costes de producción que amenazan la supervivencia de las exploraciones.

Según la dirigente popular, no solo dan largas y ninguna solución, sino que con cada decisión que adoptan agravan la crisis y generan otro problema añadido a los ganaderos de Cantabria, el último con la protección del lobo.

La presidenta ha defendido que cuando no hay resultados en la política de precios, y no los hay, hay que actuar sobre los costes de producción y para eso están la autonomía y el autogobierno, para llegar donde el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos no llegan.

A su juicio, Revilla y el consejero de Ganadería tienen que dejar de escurrir el bulto y de esconderse tras las faldas del Gobierno de la nación, asumir su responsabilidad y pasar de la expectación a la acción.

Para la dirigente popular, el comportamiento de los regionalistas ante la situación del sector ganadero roza la comedia y el pasado fin de semana se vio hasta donde son capaces de llevarla participando en una manifestación como si la política ganadera no fuera con ellos y su pacto con Pedro Sánchez tampoco, cuando las competencias de Ganadería corresponden al PRC y Miguel Ángel Revilla mantiene a los socialistas sentados en su Consejo de Gobierno.

La presidenta ha advertido de que no se puede defender al mundo rural solo de boquilla y el PRC tiene que presionar a su socio con algo más que una pitada en una manifestación y utilizar todos los instrumentos y recursos de la autonomía para socorrer a los ganaderos con ayudas de verdad y no de miseria.

El plan de choque para el sector ganadero que el Grupo Parlamentario Partido Popular llevará al pleno del lunes consiste en un paquete de ayudas con un crédito inicial de 12 millones articulando un procedimiento sencillo en su gestión y su pago, que consiste en un tanto alzado por animal de acuerdo con el listado de animales admisibles fijado por la PAC.

Las ayudas que propone el PP están dirigidas a las explotaciones ganaderas de vacuno de leche, vacuno de carne, ovino y caprino y equino, puesto que la escalada de precios de los forrajes (30%), la energía (270%), el gasóleo (73%), los fertilizantes (48%) o los plásticos (46%) afecta a todos.

Oscilan entre los 10 euros por cabeza de ganado ovino y caprino, pasando por los 30 euros por cabeza de ganado equino y hasta los 100 euros por vaca de leche. Dentro del vacuno, el PP fija las ayudas en 100 euros por vaca de leche y 80 por novilla de leche, 50 euros por vaca de carne y 30 euros por ternero de cebo.

El PP reclama, además, que esta línea de ayudas se convoque de inmediato, antes de que acabe el año, y se tramite anticipadamente para que sus beneficiarios puedan cobrarlas cuanto antes, porque o son suficientes y llegan ya o no serán ayudas.  

La presidenta ha explicado que para poner en marcha estas ayudas, el Gobierno tiene que seguir el ejemplo e imitar el modelo puesto en marcha en el País Vasco o Castilla León donde, a diferencia de Cantabria, han habilitado ayudas al sector en el marco de las ayudas destinadas a frenar el impacto provocado por el COVID.

Según la dirigente popular, ni la financiación ni el presupuesto es impedimento, puesto que no hay límite de déficit ni ningún problema de fondos, sino sobrantes presupuestarios con los que el Gobierno se permite el lujo de pagar deuda, exactamente 99 millones en el tercer trimestre del año.

Buruaga ha subrayado que se trata de inyectar liquidez y frenar una sangría en un sector estratégico desde un punto de vista económico, social y medioambiental del que viven 5.000 familias; que genera miles de empleos indirectos, y que es el mejor antídoto para luchar contra la despoblación en el mundo rural, porque sin ganaderos el medio rural se muere.

Se adjuntan audios y fotografía

Créditos foto: Nacho Cubero