Casanova explicó que "el inconcebible retraso que se ha producido en el proyecto de urbanización de calles en esta zona eminentemente turística", está ocasionando que, en pleno mes de julio, "las calles sean inaccesibles incluso para los autobuses, las aceras se encuentren levantadas haciendo imposible el tránsito, ha habido numerosos vecinos con serias dificultades para entrar en sus casas o meter sus coches en los garajes, se han ocasionado graves problemas de circulación viaria y se han eliminado cientos de aparcamientos imprescindibles en pleno verano".
Y todo ello, según apuntó Casanova, "a pesar de las reiteradas advertencias del Partido Popular y al requerimiento que el pasado mes de mayo se le hizo al alcalde, quien se comprometió a que las obras estarían finalizadas en el plazo previsto, si bien reconoció que tan sólo estaban trabajando un palista y un peón".
El portavoz del PP recordó que su grupo "recriminó al alcalde la insuficiencia de medios para la ejecución y finalización en el plazo previsto, lo que dio lugar a que se amparase en falsas excusas y descalificara al Partido Popular, comprometiéndose a que las calles principales estarían finalizadas antes de empezar el verano".
"Las cosas no han sido así", continuó Casanova, quien consideró que "no sólo no se han agilizado esas obras, sino que se ha consentido una ejecución bajo mínimos y unos retrasos inconcebibles". Al respecto, el
portavoz del PP subrayó que "gracias a ello, el estado que presenta La Concha, zona eminentemente turística del municipio, es desastroso".
Pedro Casanova explicó que el citado proyecto fue aprobado por el Pleno municipal en agosto de 2006 con un presupuesto aproximado de 900.000 euros financiado por la Dirección General de Carreteras, Vías y Obras del Gobierno de Cantabria.
Las obras se iniciaron entre los meses de marzo y abril del presente año, momento en el que según Casanova "el Partido Popular advirtió de los retrasos ya producidos y de la necesidad de agilizar al máximo el grueso de las mismas, para evitar el caos ante su coincidencia con la época estival y la afluencia de visitantes".
"La falta total de planificación y el retraso en la ejecución de unas obras que debieran estar finalizadas hace tiempo, ha tenido como consecuencia un grave perjuicio para nuestros vecinos, nuestros visitantes, nuestra industria hostelera y para la imagen de un municipio que se deteriora a pasos agigantados", concluyó Pedro Casanova.