La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha mostrado hoy su total y absoluto desacuerdo con las medidas adoptadas ayer por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, una imposición del PSOE a las comunidades autónomas que va a suponer un claro y evidente paso atrás y un varapalo para la hostelería de Cantabria. “Son el mismo disparate y el mismo sinsentido que el semáforo Covid”, ha dicho.
“Esto es un café para todos, la restricción por la restricción, sin tener en cuenta la situación sanitaria de cada territorio, la incidencia del Covid y el avance de la vacunación”, ha dicho Buruaga, quien ha afirmando que el Gobierno de Cantabria está encantado y votó ayer que sí en el Consejo Interterritorial porque tiene lo que quiere y lo que buscaba, que es la limitación de horarios en la hostelería, y porque ha renunciado a ejercer la autonomía en defensa de los ciudadanos y de los intereses de Cantabria.
La presidenta se ha mostrado segura de que el Gobierno de Revilla lo va a cumplir religiosamente al dedillo y en el extremo porque está absolutamente plegado al PSOE y le ha advertido de que va a encontrar la total oposición del Partido Popular.
Buruaga ha subrayado que esto no es un acuerdo, sino una imposición del Ministerio socialista y del PSOE que, además, están invadiendo competencias de salud pública de las comunidades autónomas y adoptando unas medidas que chocan frontalmente con sus planes de desescalada y que no van a servir para resolver la situación, sino para generar más conflicto e incertidumbre porque los acuerdos del Consejo Interterritorial no son de obligado cumplimiento.
Para Buruaga, es lamentable y patético que un Gobierno que se ha lavado las manos y ha eludido sus responsabilidades frente a las comunidades autónomas en lo más duro de la pandemia, haya pasado en un día de la inhibición más absoluta a la imposición más absoluta.
APOYO A LA HOSTELERÍA DE SANTOÑA
La dirigente popular se ha pronunciado así en unas declaraciones a los periodistas en Santoña, donde hoy se ha reunido con la Asociación de Empresarios ASEMSAN, que agrupa a los hosteleros que han iniciado una protesta para pedir la retirada del semáforo Covid, un sistema que para el Partido Popular se ensaña con el sector y no sirve ni conduce a ninguna parte.
La dirigente popular ha afirmado que entiende y comparte la indignación y las reivindicaciones de los hosteleros que, en el caso del municipio de Santoña, se han visto obligados a cerrar el interior de sus negocios de la noche a la mañana por 16 casos Covid, con un daño enorme a la economía de cientos de familia y al empleo.
Según la presidenta, lo que está ocurriendo en esta fase de la pandemia es un completo y total absurdo, porque no tiene ni pies ni cabeza que a estas alturas, con el fin del estado de alarma y de las restricciones a la movilidad y con la población mayor, vulnerable y esencial vacunada, el Gobierno de Cantabria mantenga las restricciones en su grado máximo como si estuviéramos en el peor momento de la crisis sanitaria.
Lo que debería hacer el Gobierno, ha añadido, es todo lo contrario, desescalar, relajar las medidas y apostar por la apertura económica en coherencia con el avance del plan de vacunación y la situación epidemiológica y sanitaria de la comunidad.
Además, Buruaga ve demencial que una comunidad autónoma entera, las familias, empresas y un sector económico como la hostelería, tengan que estar permanentemente en vilo pendiente del color de un semáforo sin saber qué va a ser de su vida o de su negocio más allá de los próximos siete días porque el Gobierno es incapaz de anticiparse y de planificar a corto y a medio plazo y por un ensañamiento con la hostelería que empieza a tener tintes ideológicos.
La presidenta ha pedido al Gobierno de Cantabria que escuche a los hosteleros y al Partido Popular, que rectifique y retire ya un sistema que genera incertidumbre, endurece las restricciones sin necesidad, porque la situación epidemiológica de la comunidad no justifica unas medidas tan extremas, y perpetua el cerrojazo económico, y lo sustituya por por un verdadero plan de desescalada.
Además, ha reclamado a los alcaldes del PRC y el PSOE que den un paso más y utilicen su capacidad de influencia en el Gobierno y en sus partidos políticos para que retire este sistema y lo sustituya por un plan de transición a la normalidad vinculado al nivel de vacunación que permita conjugar la respuesta sanitaria y el avance social, pivote sobre el criterio general de apertura y no del cierre y rebaje la intensidad las restricciones.
Para la presidenta, ese plan debe permitir la apertura total de la hostelería en todos los niveles alerta, incluido el ocio nocturno, y establecer como medida de refuerzo, el cierre perimetral y la suspensión de la actividad no esencial en los municipios de más de 5.000 habitantes con una incidencia acumulada a 14 días de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.
“Ese es un sistema más coherente, proporcionado y eficaz. Y cualquier otra cosa solo sirve para estrangular un poco más a todos los cántabros sin justificación”, ha dicho.
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