Partido Popular en Cantabria

La presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, ha avisado hoy de que Cantabria no está preparada para el fin del Estado de Alarma porque el Gobierno ni siquiera lo ha intentado y ha exigido a Miguel Ángel Revilla que ponga a trabajar a todo el Ejecutivo en un plan alternativo.

“La situación es de locos, un disparate. Estamos asistiendo a una nueva ceremonia de la confusión, con declaraciones, rectificaciones y contradicciones permanentes. Nadie sabe quien está a los mandos en Cantabria, si es el presidente, sanidad o los jueces y, lo que es peor, nadie sabe a qué atenerse porque el Gobierno de Cantabria no tiene plan B como la mayoría de las comunidades”, ha afirmado en declaraciones a los medios de comunicación tras mantener una reunión con el Colegio Oficial de Enfermeria de Cantabria.

La dirigente popular ha reprochado al Gobierno que a tres días del fin del Estado de Alarma no haya un solo ciudadano en Cantabria que sepa que nos espera y cómo tenemos que vivir, a pesar de que la situación no es inesperada y el Gobierno ha tenido margen de reacción porque hace ya mucho tiempo que Pedro Sánchez anunció que iba a pasar la pelota a las comunidades autónomas.

“Cantabria no esta preparada para el fin del estado de alarma porque el Gobierno ni siquiera lo ha intentado, porque el presidente habla mucho, pero no hace nada, y sigue escurriendo el bulto”, ha dicho.

Según ha recordado, a día de hoy solo hay una cosa segura y es que con el fin del estado de alarma decae el cierre perimetral, el toque de queda y la limitación de personas en reuniones, pero el interior de la hostelería y la restauración continuará cerrada otros 14 días.

“Mientras el presidente se muestra a favor de levantar el Estado de Alarma e invita a media España a que nos visite y proclama la apertura del país y de la economía, mantiene todas las restricciones en el interior de la comunidad y la hostelería cántabra continua cerrada a cal y canto, arruinándose y perdiendo empleo a chorro”, ha añadido.

Según la presidente, es todo un disparate colosal, porque si nadie lo remedia a partir del domingo se podrá hacer una macro-fiesta en una vivienda o un botellón a las cinco de la mañana, pero la hostelería seguirá cerrada porque  Revilla quiere.

Buruaga ha vuelto a exigir a Miguel Angel Revilla que, como máximo responsable político del Gobierno y de la pandemia, deje de esconderse, que asuma sus responsabilidades como presidente, que ponga a trabajar a todo el Gobierno en un plan alternativo, porque los ciudadanos tienen derecho a organizarse y a saber qué va a pasar con sus vidas a partir del 9 de mayo.

Además, le ha reclamado que acabe con la incoherencia, abandone el disparate y reabra la hostelería de manera controlada, condicionada y segura.

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Créditos foto: Nacho Cubero