La parlamentaria regional del PP lamentó que "no solo no se haya adoptado ningún tipo de medida por parte del Gobierno de España, sino que, además, los grupos políticos que apoyan al Gobierno de Cantabria se hayan permitido el lujo de oponerse a la propuesta planteada por el Partido Popular a nivel regional".
Cristina Mazas recordó que la mencionada iniciativa proponía instar al Gobierno a elaborar un plan para reducir la inflación en Cantabria y "evitar de manera principal la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos de la región". Un plan para el que los populares aportaban medidas como bajar los impuestos a las familias cántabras, establecer un tope a la subida de las tasas del Gobierno o realizar las viviendas de protección pública en tiempo y forma.
Además, se proponía establecer ayudas para la renovación de la flota de vehículos privados y públicos, la creación de centrales de compra de transportistas para abaratar los costes de distribución o la creación de un observatorio de precios que, sobre todo, realizase un seguimiento en Cantabria de aquellos con mayor repercusión en las familias.
La parlamentaria regional del PP señaló que "si bien es cierto que el ámbito de actuación de una comunidad autónoma en la lucha contra la inflación es reducido", aún así consideró que el Gobierno de Cantabria "tiene margen de actuación para incidir en ciertas medidas y reformas que mejoren desequilibrios de nuestra estructura productiva para lograr que Cantabria tenga una economía más competitiva".
En opinión de Cristina Mazas, "el incremento descontrolado de los precios hace que los ciudadanos de Cantabria sufran una más que evidente pérdida de poder adquisitivo, la cual es más pronunciada que en el resto del país, ya que en nuestra región el coste de la vida se ha incrementado muy por encima de lo que han crecido los precios en el conjunto de la nación".
La diputada regional del PP señaló en este sentido que "la minoración de renta de los cántabros, vía pérdida de poder adquisitivo, es la mayor de toda España, lo cual contrasta con el hecho de que nuestra renta media aún no ha alcanzado la media española". Ello da lugar a que "no sólo no somos los más ricos sino que además somos los que más poder adquisitivo perdemos", concluyó.