Partido Popular en Cantabria

La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha pedido hoy al Gobierno que vacune a los integrantes de la flota pesquera de Cantabria por ser un colectivo esencial y ha reclamado al responsable de Pesca que presione al de Sanidad y, si es necesario, solicite la intervención del presidente.

“Nos sumamos a esta petición unánime del sector y de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria y le pedimos al consejero responsable de Pesca que hable menos y haga algo, que defienda con hechos al sector, que presione al consejero de Sanidad y, si es preciso, pida la intervención del presidente, porque esta vez el problema no está en Madrid, está vez está en su Gobierno”, ha afirmado.

Buruaga ha hecho esta petición después de visitar acompañada por el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Miguel Fernández, el Puerto de Santoña para conocer de primera mano la actividad de la costera del bocarte, que está registrando  cifras récord de capturas, y trasladar la cercanía del PP y su apoyo a las necesidades del sector.

La dirigente popular ha afirmado que la necesidad más urgente en este momento es la vacunación de la flota pesquera, que tiene que producirse ya, con todos los demás grupos esenciales, porque el sector está ahora en plena actividad. “Reclamamos al Gobierno de Cantabria que proteja y vacune a nuestros pescadores, que nuestros pescadores sean considerados colectivo prioritario en la vacunación frente al COVID”, ha afirmado.

Buruaga ha defendido que los pescadores, unos 700 hombres en este momento, son trabajadores esenciales hoy, tanto como lo fueron durante la pandemia, cuando estuvieron al pie del cañón para suministrar alimentos a la población y, por lo tanto, merecen el mismo trato.

Además, ha argumentado que en la mar no hay teletrabajo que valga y el lugar de trabajo es una embarcación donde una media de 16 marineros pasan muchas jornadas y muchas horas y es imposible mantener las condiciones  de seguridad.

Ha recordado que proteger a los pescadores es también proteger a sus familias y a los trabajadores de la mar en tierra, porque un puerto puede ser un polvorín si un tripulante se contagia.

Para respaldar esta afirmación, ha explicado que en un día de actividad en plena costera del bocarte se concentran en el puerto de Santoña hasta 70 barcos de todo el Cantábrico y más de mil tripulantes, a lo que se suma el personal de la cofradía, la lonja, los compradores y las actividades vinculadas.

Y ha sumado el impacto socioeconómico que todo ello puede tener sobre un sector que ya ha sido muy perjudicado por el Covid, tanto por el número de contagios, como por la bajada de los precios de los productos.

La presidenta ha advertido también de que la estrategia nacional de vacunación a la que se agarra el consejero de Sanidad para dar la espalda a la flota pesquera y decir no a la vacunación no es una excusa válida.

Según ha explicado, los pescadores responden al criterio de exposición al riesgo que recoge esta estrategia, puesto que las peculiaridades de su ejercicio profesional hacen que estén expuestos a un contagio sin posibilidad de protegerse.

Además, la gestión directa de los programas de vacunación es competencia de las Comunidades Autónomas y, de hecho, otras como el País Vasco, han protegido a sus flotas vacunándoles contra el COVID. “Sí ellos pueden, Cantabria también”, ha defendido la presidenta, quien ha recordado que la Consejería de Sanidad ha trampeado y adaptado esa estrategia cuando le ha convenido.

“Si vacunó a los presos de El Dueso antes que a los mayores de nuestras residencias, también puede vacunar a nuestros pescadores. Puede hacerlo de la misma manera que esta semana había citado a vacunar a los controladores aéreos que no aparecen como grupo prioritario en la estrategia nacional”, ha dicho.    

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