El Grupo Popular en el Senado ha presentado en el Registro de la Cámara, una moción en la que pide al Gobierno fomentar la natalidad y apoyar la maternidad como herramientas fundamentales para atajar el problema de la despoblación y consolidar el mantenimiento del Estado de bienestar.
La iniciativa de los populares, que se debatirá en la Comisión de Despoblación y Reto Demográfico, considera que es necesario revisar los obstáculos que dificultan a las mujeres ser madres y tener el número de hijos que desean, en especial, aquellos que tienen que ver con la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Así mismo, insta al Gobierno a “reconocer el bien social y personal que supone la maternidad; a crear un programa presupuestario específico que permita visibilizar las ayudas a la maternidad en los PGE; avanzar en la igualdad, fomentando la corresponsabilidad; e incorporar a los pliegos de contratación de todo el sector público estatal previsiones que incentiven el desarrollo por parte de los contratistas de políticas laborales de apoyo a la conciliación”.
Además, la moción presentada por el GPP solicita “añadir a la renta familiar per cápita en los baremos de las bonificaciones, ayudas y becas públicas y en la normativa tributaria, estableciéndose una renta individual que se incrementaría proporcionalmente en función del número de miembros de la familia”.
El senador del PP por Cantabria, Javier Puente, afirma que “la sociedad reclama al Estado políticas para revertir el reto demográfico de España mediante la adopción de medidas que faciliten la conciliación, protejan la maternidad y fomenten la natalidad”.
En este sentido, el senador popular recuerda que el problema de la natalidad en Europa es menos acusado en los países donde el Estado ha invertido en políticas familiares y de fomento de la natalidad. Así, Francia o los países nórdicos, en los que se invierte más del 3% del PIB, mantienen las tasas de natalidad más altas de Europa; mientras que en España dedicamos menos del 1,5% del PIB, lejos también del 2,7% que dedican de media los países de la Unión Europea.
Según explica Javier Puente, “durante los últimos años se han producido avances para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito personal, familiar, pero es necesario ampliar la visión sobre dichas desigualdades, pues éstas van más allá de la diferencia entre hombres y mujeres”.
Así, recuerda que “los datos demuestran que seguimos aún lejos de esa igualdad efectiva que demanda la sociedad y, por tanto, debemos continuar avanzando en la eliminación de las barreras que determinan dicha igualdad, como la brecha salarial que existe cuando se aplican las variables de carácter familiar”.
En este sentido, Puente subraya que “una prueba del impacto que tiene esta desigualdad sobre el empleo de las mujeres es que hasta los 30 años apenas se observan diferencias de ocupación entre hombres y mujeres. Sin embargo, cuando llega el momento en que éstas se plantean tener hijos, a partir de los 30 años, se produce una brecha del 7%”.
ENCUESTA DE FECUNDIDAD
Según recoge el texto de la moción presentada por los populares, estos datos tienen como consecuencia una fractura considerable entre el número de hijos deseado por las mujeres y los que efectivamente tienen, tal y como refleja la última Encuesta de Fecundidad publicada por el INE en 2018. En dicha encuesta se indica que casi el 75% de las mujeres desea tener 2 o más hijos, a pesar de que la tasa actual de natalidad se encuentra en 1,3 hijos.
Además, cerca del 40% de las mujeres aseguran que no tienen más hijos por razones económicas o por problemas de conciliación entre la vida familiar y laboral, razones que aumentan hasta más del 50% en las mujeres comprendidas entre los 35 y los 39 años.
Por ello, Javier Puente destaca que “la realidad es que las mujeres soportan una doble desigualdad, por el hecho de ser mujer y por ser madre; de ahí que el apoyo integral a la maternidad se haga imprescindible para alcanzar la igualdad y disminuir los factores que les impiden realizar su deseo de ser madre”, señala.
Por todos estos motivos los populares en la exposición de motivos señalan que España se sitúa muy lejos de la tasa de fecundidad necesaria para el reemplazo generacional (2,1 hijos), lo que ha provocado que el año pasado en nuestro país nacieran 46.590 personas menos de las que fallecieron. Y paralelo a este descenso de la tasa de natalidad, se da un aumento de la esperanza de vida, lo que provoca un rápido envejecimiento de la población.
Por último, Javier Puente remarca que de acuerdo con los datos de la OCDE, España pronto se convertirá en el segundo país más envejecido del mundo, solo por detrás de Japón. La inversión de la pirámide de población que provocan estos números origina desniveles en el gasto sanitario y en el de las pensiones que pesa sobre las cada vez más reducidas generaciones jóvenes, lo que causa desequilibrios en el estado de bienestar actual y dificulta la estabilidad económica de los trabajadores.