La presidenta del Partido Popular, María José Sáenz de Buruaga, ha pedido hoy a Miguel Ángel Revilla que reaccione y sea la voz de la industria electrointensiva de Cantabria, porque hasta ahora su silencio es atronador.
“El Gobierno de Cantabria no ha defendido a la industria electrointensiva en la aprobación del Estatuto Electrointensivo, no la ha defendido en los Presupuestos Generales del Estado y no la ha defendido en la gestión de los fondos europeos. En todas estas ocasiones, Revilla y su Gobierno han estado del lado de Sánchez y no de la industria de Cantabria”, ha dicho.
Buruaga ha hecho estas afirmaciones en una rueda de prensa en la que ha advertido del problema de competitividad en el mercado internacional de los gigantes de la industria de Cantabria y el evidente riesgo de deslocalización a corto y medio plazo por el elevado coste de la energía, que dispara los costes de producción.
Se trata de gigantes de la metalurgia, la química y la siderurgia como Ferroatlántica, Forgins&Castings en Reinosa, Bondalti en Torrelavega y GWS, que soportan un coste eléctrico de más del doble que sus competidores porque en España o no existen las compensaciones que sí han establecido los gobiernos de Alemania, Francia y otros países europeos o se han recortado.
Para respaldar esta afirmación, la presidenta ha recordado que las ayudas han pasado de 609 millones en 2017 a 65,4 millones de 2020, al eliminar primero el Gobierno de Sánchez el salvavidas que suponía el servicio de interrumpibilidad y reducir después la compensación del CO2 indirecto a 61 millones, un 25% de lo comprometido por el Gobierno y permitido por Bruselas. Por este último concepto, las grandes industrias de Cantabria recibieron 3,4 millones, en lugar de los 14 millones que les correspondían.
A esta situación que dejó a la industria a los pies de los caballos, Buruaga ha sumado el Estatuto del Consumidor Electrointensivo aprobado en diciembre, que debía haber sido un instrumento útil y eficaz para reducir la brecha de los costes energéticos, pero se ha convertido en un café para todos que no atiende una sola de las reivindicaciones del sector y mantiene a los consumidores más electrointensivos en elevado riesgo de inviabilidad.
Según sus cálculos, como mucho ahorrarán medio euro por megavatio hora, una cantidad irrisoria que no resuelve nada cuando el coste eléctrico actual es de 45 euros en España, 21 en Francia y 20 en Alemania.
La presidenta ha reprochado a Revilla que mantenga un silencio atronador ante este duro golpe al tejido industrial de Cantabria de Pedro Sánchez, que ha dado la espalda a las demandas de la patronal y los sindicatos y ha desoído las alegaciones de ese frente común liderado por Galicia y Asturias al que el presidente de Cantabria se sumó como mera comparsa.
Según Buruaga, Revilla no se implicó ni presionó ni antes ni después de la aprobación del Estatuto Electrointensivo, porque todos los gobiernos afectados han reaccionado mientras el de Cantabria ni siquiera ha hablado.
“Revilla se ha quedado mudo cuando a estas alturas debiera haber exigido nuevas compensaciones y soluciones reales para nuestras grandes industrias tractoras”, ha insistido la dirigente popular, quien ha reprochado al presidente que siga callado, sin mover un dedo y votando todos los días con Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados sin exigir nada a cambio.
La presidenta ha afirmado que tampoco cabe esperar nada del PSOE y de un regionalismo entregado a Pedro Sánchez ante el reparto de los fondos europeos, que pueden ayudar a la transición energética del sector industrial, porque no solo no ha movido un dedo, sino que le ha dado a Sánchez la llave del reparto.
Buruaga ha asegurado que el PP, que es el único que ha puesto en marcha una ofensiva coordinada en contra del talibanismo energético de Sánchez, va a seguir dando la batalla, alzando la voz y proponiendo soluciones.
Así, ha anunciado que el próximo lunes formulará una interpelación a Revilla para saber si va a seguir callado y plegado a Pedro Sánchez o va a reaccionar de una vez y a ser la voz de nuestra industria electrointensiva.
Se adjunta audio y fotografía
Créditos foto: P. Puente