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Intervención de María José Sáenz de Buruaga

Debate sobre la orientación política del Gobierno correspondiente al segundo año de la IX Legislatura

 

Hablo en esta Cámara en representación del partido que ganó las elecciones, en nombre de casi 110.000 cántabros. Son muchos y quieren ser oídos hoy aquí.

Han pasado dos años desde la investidura y estamos en el ecuador de la legislatura, razón por la que el Ejecutivo ya no puede justificar sus propios errores culpando a otros ni mirando por el retrovisor. “Deben asumir ustedes su responsabilidad en la situación actual.”

El Gobierno ha hecho lo que ha querido y ha elegido sus socios para hacerlo y para componer una mayoría parlamentaria que le ha aprobado dos presupuestos, luego es responsable de lo sucedido en Cantabria.

Como son corresponsables con el Gobierno los que sucesivamente han avalado su gestión caótica e ineficaz.

Presidente, su Gobierno carece de una estrategia estable y coherente para la recuperación económica de Cantabria y su rumbo es errático y falto de objetivos para los ciudadanos de nuestra comunidad.

Primero pactó con Podemos un presupuesto cuyos méritos fueron subir los impuestos y convertir a Cantabria en la única región en la que subió el paro en 2016.Cuando les abandonó Podemos, buscaron a Ciudadanos, grupo al que han engañado de la manera más flagrante.

¡Se levan terminando las posibilidades de sumar 18 si continúa burlándose de un ayudante tras otro, presidente!

Nunca en estos años han buscado el consenso con el Partido Popular para afrontar los grandes retos de nuestra comunidad. No han querido negociar ni coordinarse con un partido mayoritario en Cantabria, con una gran presencia municipal y en el Gobierno de España.

Han preferido dar tumbos de un lado a otro para salvar políticamente un año y luego otro, pero no para desarrollar una acción de gobierno coherente por Cantabria. No han mirado el interés común, sino el interés de los partidos que gobiernan.

O mejor dicho, que están en el Gobierno, porque, a veces, es difícil saber si hay alguien gobernando o toda va a la deriva. No existe el sentimiento general de que Cantabria se dirija a alguna parte. Da igual de lo que hablemos, porque todo es desorden, improvisación y una falta de resultados evidente.

Voy a centrar mi intervención en tres puntos fundamentales.


1. Cómo está Cantabria dos años después de caer de nuevo en manos de la coalición socialista regionalista

1.1. Un retraso de dos años en la recuperación económica

Toda España empezó a remontar la recesión económica en 2014; también Cantabria había vuelto a crecer y lo hacía a un ritmo muy similar al del conjunto del país.

Tras su primer trimestre en el Gobierno, sistemáticamente empezamos a crecer muy por debajo de la media nacional, hasta tal punto que, mientras que a finales de 2015 la economía española ya había vuelto a su tamaño de 2010, la economía de Cantabria no volverá a esa situación, en el mejor de los casos, hasta el primer trimestre de 2018.

Es decir, llevamos dos años de retraso en la recuperación económica gracias a su asociación, señor Revilla, con la izquierda de Cantabria, la radical y la todavía más radical, para ocupar de nuevo la Presidencia.

Dos años de retraso porque nuestra economía todavía es hoy un 98% de lo que era hace siete años, mientras la española es ya un 103%.

1.2 Un mercado de trabajo que se precariza y se basa en sueldos públicos

La economía crece lentamente y el mercado de trabajo se resiente.

Tomemos el último dato de creación de empleo: las afiliaciones medias mensuales a la Seguridad Social.

Leo el resumen de situación publicado por el ICANE que depende del consejero de Economía y que dice: “las afiliaciones en Cantabria crecen menos que en España. Según los datos publicados por la Tesorería General de la Seguridad Social y el Instituto Social de la Marina, en mayo el número de afiliados a la Seguridad Social en Cantabria aumenta un 2.5% interanual, mientras en el conjunto de España aumenta un 3.8%”.

Significa que el ritmo de creación de empleo en Cantabria está más de un punto por debajo del ritmo de creación de empleo nacional. Otra evidencia.

¿De verdad creen ustedes que esta falsa recuperación a cámara lenta es para sacar pecho?

Esta flojera en la creación de puestos de trabajo es la consecuencia de una economía que crece más lentamente que la española porque Cantabria tiene un Gobierno que no ayuda, un Gobierno sin dirección, sin proyecto de región y ninguna coherencia en sus objetivos.

No se pueden agarrar ustedes a que baja el desempleo. En primer lugar, porque baja con una rotación de contratos precarios que no permite a los trabajadores ni a los hogares mejorar su situación de forma estable ni planificar nada.

Y, en segundo lugar, baja porque la población activa se vacía, la gente joven huye a otros lugares a buscarse la vida y los parados de más edad se desaniman y resignan a las ayudas públicas, que al final se acaban, porque este gobierno no les transmite ninguna esperanza de reactivación profesional.

Y aquí está el meollo. Todavía hay en la economía de Cantabria 30.500 empleos menos que en 2008 (EPA primer trimestre 2017). De ellos, 5.400 se han perdido en la industria. Se han perdido 23.000 en la construcción e incluso estamos aún 2.500 empleos por debajo en comercio y hostelería.

¿Qué está pasando en Cantabria, que en las demás regiones de España se crea empleo y aquí no o muy poco?

Estamos muy lejos de la recuperación del mercado laboral de verdad con creación efectiva de empleo y con salarios estables que consoliden el bienestar de los hogares. Por eso, ha aumentado en 2016 el indicador de riesgo de pobreza en Cantabria.

Detrás de cada dato medianamente airoso del paro hay otra realidad.

Casi el 20% del nuevo empleo son contratos precarios en la educación pública que, en parte, proceden del descontrol de los recursos humanos en una Consejería caótica.

La realidad es que, desde que usted es presidente, el número de autónomos cotizantes a la Seguridad Social no se ha movido de los 42.000. Esa es la Cantabria que están ustedes fomentando, una Cantabria en la que nadie quiere ser emprendedor porque nadie confía en lo que ustedes están haciendo.

Y ¿qué decir de esos desempleados, más de la mitad, que ya no perciben ninguna prestación en nuestra comunidad.

La realidad es que este Gobierno no ha adoptado ninguna medida para combatir los principales males de nuestro mercado laboral, que son la baja tasa de actividad, la alta estacionalidad y la aún más alta temporalidad; debilidades que se traducen en mayor precariedad y menor calidad en el empleo.

Quienes tienen un puesto de trabajo estable y digno han empezado a sentir preocupación ante la deriva de Cantabria.

1.3 Una industria cogida con alfileres

Y es que tienen ustedes la industria cogida con alfileres.

Han comprometido cantidades enormes de dinero público en grandes empresas de Cantabria que sostienen cientos de puesto de trabajo. Casi 40 millones avalados, aplazados o invertidos con menos garantías que esperanzas. “No está nada mal para un Gobierno que dijo que no iba a ser empresario”.

Y no seré yo quien le reproche que ayude a proyectos viables en situación de dificultad. Lo que le reprocho es que no haga usted política industrial, porque más allá de esas ayudas a la desesperada, su política industrial es inexistente. 


O peor aún, es la que recorta, año tras año, las ayudas a las empresas del Besaya y luego reclama un plan de reindustrialización para la zona al Gobierno de la nación. “Consejos vendo y para mí no tengo”.

Es necesario que la industria siga siendo el motor de la economía. En eso estamos todos de acuerdo.

Para ello, Cantabria necesita un marco jurídico y un clima de negocios favorable a la inversión, la innovación, la investigación, la cualificación de la fuerza laboral y la incorporación de tecnologías que generen un mayor valor añadido. Y “nada de eso han hecho ustedes”.

Con medidas inspiradas en idéntica filosofía apoyamos, en la anterior legislatura, 600 proyectos industriales y se atrajeron a Cantabria 63 nuevos. ¿Dónde están sus medidas, señor presidente?

¿Por qué no aprovechan un plan de suelo tan ambicioso y eficaz como el que puso en marcha el Gobierno del Partido Popular?

Señor Revilla, ¿dónde están esas empresas que, en 2015 y 2016, dijo que se instalarían en Cantabria para dejar de mirar al cielo

Las fábricas de Tubacex o Santander Coated Solutions que trajo a Cantabria el Gobierno del Partido Popular se ven desde la carretera. Las suyas ni se ven y, mucho me temo, que ni se esperan, lo que es decepcionante.

1.4. El mundo rural pasa por sus horas más difíciles

A la actitud esquiva y falta de compromiso del Gobierno ante la larga crisis que vive el sector lácteo en la que, una vez más echan la culpa a otro, se suma la pésima gestión de las ayudas a la ganadería y un asunto especialmente delicado como es la sanidad animal y los vacíos sanitarios, que han supuesto el sacrificio de unas 1.200 cabezas de ganado por brucelosis.

La nula gestión de las ayudas a la reposición convierte en dramática la situación de estos ganaderos y pone en gravísimo riesgo la viabilidad y el futuro de las explotaciones.

Llama poderosamente la atención una política de nombramientos de altos cargos que tan sólo aporta inseguridad y abunda en la sensación de improvisación con la que este Gobierno está gestionando el medio rural.
En menos de dos años de mandato del consejero Jesús Oria, ha habido dos secretarios generales, dos directores generales de Medio Natural, dos jefes de servicio de sanidad animal y dos directores generales de Ganadería. Difícil superarlo.

Estamos ante una realidad llena de sombras e incertidumbres para todas las familias que pretenden vivir en el mundo rural de la misma actividad que sus antepasados porque este Gobierno no es capaz de impulsar la competitividad del campo ni de apoyar a los productores.

De hecho, no se les conoce ni una sola iniciativa importante de diversificación o de transformación de las estructuras agrarias.

1.5. La obra pública, lastrada por el exceso de gasto corriente

Le he recordado que tenemos 23.000 empleos menos en el sector de la construcción.

Aunque, evidentemente, nadie puede pedir que se retorne a aquellos niveles de 2008, parece claro que sin inversión de la autonomía en obra pública, sin impulso a la vivienda y la ordenación del territorio, y sin una concertación social que reanime este sector, es imposible que una parte de esos empleos vuelvan.

Pero es muy difícil destinar fondos públicos a la inversión cuando se dedican cantidades crecientes a gastos puramente corrientes.

Según la EPA del primer trimestre, la mitad de todo el empleo nuevo creado respecto del primer trimestre de 2016 es empleo público. De los 13.000 ocupados adicionales, 6.500 son ocupados públicos.

Este es sólo un indicador más, junto con las abultadas transferencias corrientes, de una política contraria a la inversión en infraestructuras que tiene al sector de la construcción en mínimos laborales.

El único motor que va a tirar de la obra pública en Cantabria va a ser el Gobierno de España, a través de las inversiones comprometidas por nuestro ministro de Fomento, que ha recogido en los Presupuestos Generales del Estado para 2017 todos los compromisos que tenía con esta tierra.

El mismo Ministerio, por cierto, que está pagando todas las ayudas al alquiler y aportando recursos para la rehabilitación porque ni en los peores años de la crisis el Gobierno de Cantabria dedicó menos dinero que ahora a la vivienda.

Continuaremos impulsando la acción del Gobierno para que la planificación e inversión en carreteras sea un factor importante de generación de empleo y crecimiento.

Llegaron ustedes al Gobierno anunciando grandes planes de choque en carreteras y, dos años después, no han hecho otra cosa que retrasar y paralizar las inversiones planificadas para destinar esos recursos a obras en municipios gobernados por el PRC. Otra vez sectarismo político. Se repite la historia.

1.6. El turismo, una de las pocas actividades que funcionan

El turismo es una de las pocas actividades que está funcionando bien pero, desde luego, el mérito no es suyo puesto que toda España se baten récords de afluencia turística.

Todos sabemos el motivo. Otros destinos tienen problemas y ojalá sigamos libres de ellos, pero me reconocerá que es un fundamento un poco débil para la recuperación económica.

Yo confío en que junto al Centro Botín, el Museo Reina Sofía y el Museo de Prehistoria de Cantabria, si es que el Gobierno deja de sabotearlos algún día, sirvan para estimular un turismo cultural que nos saque de la excesiva estacionalidad. Ese debería ser nuestro hecho diferencial.

Señor Revilla, para que venga gente a Cantabria del 15 de julio al 15 de agosto no necesitamos Consejería de Turismo. Ya venían cuando reinaba Alfonso XIII hace un siglo, sin campañas de promoción turística, ni autovías, ni aviones, ni internet...

El reto es que vengan turistas en octubre y noviembre. Que vengan en febrero y marzo. Nacionales y extranjeros. Ese es el reto y su oferta durante estos dos años ha sido absolutamente irrelevante.

2. ¿Qué ha hecho y, a menudo, que no ha hecho el Gobierno para tratar de enmendar esta situación?

En materia de economía, un recorte sistemático de la inversión pública y del incentivo a la inversión privada.

Y pondré solo un ejemplo que nos da el estado de ejecución del presupuesto en materia de inversiones hasta el mes de abril. En el año 2015, 36 millones; en 2016, 23 millones, y en 2017, poco más de 18 millones.

Es decir, la inversión pública de su Gobierno es hoy la mitad de la realizada por el Partido Popular en 2015 saliendo de la peor recesión en cincuenta años.

Esta agonía de la inversión regional significa menos movimiento económico, menos empleo, menos negocio y, menos aportación vía impuestos a la hacienda autonómica, también.

Esta y su desastrosa gestión es la causa del desequilibrio de las cuentas públicas.

Permítanme unos minutos para glosar sus méritos en este apartado en el que Cantabria camina en sentido contrario a la mayoría de las comunidades autónomas.

En tan solo año y medio han elevado ustedes la deuda de nuestra comunidad autónoma en 343 millones de euros.

Y somos los peores en todos los parámetros económicos: La autonomía más morosa de España y la segunda más deficitaria, al haber multiplicado por cinco el objetivo de déficit con el que se elaboraron los presupuestos del año pasado.

Un hecho que, tal y como vaticinan los informes de la AIREF, se volverá a repetir en 2017 a causa de unos presupuestos absolutamente irreales y ficticios, de imposible ejecución.

La consecuencia de este cóctel es un nuevo recorte de casi 22 millones de euros. El primero y no el último que se va a tener que realizar durante el año.

Y eso es lo dramático, que a pesar de contar con 164 millones más que en 2016 y a pesar de haber subido los impuestos a los cántabros, tengan ustedes que recortar.

El problema de Cantabria no es de ingresos ni del trato que recibimos del Estado. El problema de la economía de Cantabria es su Gobierno, un gobierno que presupuesta mal y gestiona peor los fondos públicos.

2.1. El discurso de España nos roba como excusa

Señor presidente. Con estas credenciales no puede usted buscar excusas fuera de su casa ni mucho menos sumarse al discurso de “ESPAÑA NOS ROBA”.

Su estrategia es de manual. Dos veces ha encontrado Cantabria en crecimiento y dos veces la van a dejar en ruinas y por eso buscan un enemigo exterior al que culpar de sus errores. Suena a estrategia electoral.

Abandonen el espectáculo y las constantes amenazas de denuncias y manifestaciones y pónganse a trabajar porque usted sobrevuela, señor presidente. Ha llegado a creer que Cantabria se dirige con un mando a distancia y que la reivindicación se ejerce desde un plató de televisión, pero no.

Eso a Cantabria no le sirve de nada, porque sin rumbo y sin trabajo serio, sin coordinación y seguimiento de los asuntos y sin interlocución y concertación política no hay resultados.

Y le voy a decir una cosa, presidente, a usted y a todos los grupos parlamentarios.

Es cierto que este año no habrá consignación en los Presupuestos del Estado para Valdecilla y asumo la responsabilidad que me toca compartir con ustedes, y no más, por ello.

Pero no le voy a consentir ni a usted ni a ningún miembro de su Gobierno que empañe la gestión del Partido Popular en Valdecilla ni ponga en duda el compromiso del presidente Mariano Rajoy con esta tierra y con nuestro hospital.

Porque fue el Partido Popular el que empezó y terminó Valdecilla. Fue el Partido Popular el que volvió a colocar, en el año 2013, la financiación de las obras del hospital en los presupuestos después de seis años en blanco.

285 millones avalan ese compromiso. 206 millones entre 2002 y 2007. Y 79 millones más entre 2013 y 2016. Aunque después, ustedes hayan tirado por el desagüe 22.

Nadie ha sido más leal y coherente con Valdecilla que el Partido Popular, el único partido en esta Cámara que ha defendido y exigido financiación estatal para el hospital desde el Gobierno y desde la oposición. Antes, hoy y siempre.

Presidente, ¿puede decirnos qué hizo su Gobierno y el gobierno de Rodríguez Zapatero por Valdecilla? ¿Valía entonces la palabra o no valía?

Cero, porque no presupuestó un solo euro. Y porque en esa época, en la que las obras se paralizaban, los que hoy gritan y amenazan no reivindicaron, no protestaron y no reclamaron nada ante nadie. Tan solo callaron. El primero, usted.

¿Sabe cuántas veces en estos años socialistas y regionalistas negaron su apoyo y su voto a Valdecilla en este Parlamento? No una, ni dos ni tres, sino más de diez.

Así que, mucho me temo que si hay algún traidor a Cantabria y o alguien que vendió Valdecilla por un sillón no es el Partido Popular ni yo. Fue usted.

Y nos roban hasta el agua no, señor Revilla. No recurra al discurso de España nos roba también con el agua para encubrir su falta de previsión y su inoperancia. Ustedes saben desde hace meses la situación de emergencia en la que se encuentra el eje del Ebro.

Saben que no es una actuación arbitraria, sino la consecuencia de unos indicadores objetivos recogidos en los planes de sequía vigentes desde 20017. Y también saben que en las actuales condiciones no se puede autorizar el trasvase que piden porque no se garantiza el abastecimiento a toda la cuenca. Nada de esto es nuevo

Saben también que el suministro de agua está garantizado y lo utilizan de mala fe, porque ocultan que están convocados a una reunión urgente mañana mismo en el Ministerio de Medio Ambiente para buscar soluciones, que es de lo que se trata.

3. ¿Qué ha hecho este Gobierno en bienestar?

3.1. Valdecilla, el mejor ejemplo de gestión destructiva de un legado

Hablando ya de la acción del Gobierno de Cantabria en materia de bienestar, Valdecilla es el mejor ejemplo de gestión destructiva de un legado.

Han dedicado todas sus energías a tratar de combatir un proyecto del que la sociedad de Cantabria se siente muy orgullosa.

Han concentrado todos sus esfuerzos en desacreditar el nuevo Valdecilla, en buscar errores jurídicos y técnicos que no existen y en perseguir a las empresas adjudicatarias del contrato que permitió concluir las obras del hospital para la sanidad pública de Cantabria.

Viajes a ninguna parte que les desviaron del que era su cometido esencial: justificar y traer a Cantabria los 22 millones consignados en el presupuesto de 2016.

Un nuevo fracaso en su hoja de servicios al frente del hospital que no pueden disfrazar, porque siempre que gobiernan los mismos el resultado es el mismo: cero.

Por eso, porque gobiernan los mismos, la sanidad ha vuelto a quedar relegada en el orden de prioridades del ejecutivo y en serio riesgo.

Sí, volvemos a la senda de la falta de financiación y la deuda sanitaria que conducen al agujero de la quiebra del que hace bien poco, rescatamos con éxito a nuestra sanidad pública.

Y es que, tal y como advertimos durante su tramitación, el presupuesto sanitario se agotará en sus principales partidas de gasto en el mes de julio.

Explíqueles a los cántabros, presidente, cómo va a pagar a partir de entonces la farmacia o los suministros hospitalarios y la razón por la que ustedes ocultan toda esa información al Ministerio.

“Estancamiento” es la palabra que mejor resume su gestión. Planes de salud guardados en un cajón, las infraestructuras de Atención Primaria comprometidas sin tan siquiera proyecto y las inminentes ampliaciones de los hospitales de Sierrallana y Laredo aparcadas.

Sus promesas son humo. Las únicas acciones en materia sanitaria que le conocemos son el desmantelamiento de la atención a la cronicidad en el hospital de Liencres y el cierre del psiquiátrico de Parayas. Todo un retroceso asistencial.

Y qué decir de sus relaciones con los profesionales sanitarios y su política de recursos humanos después de haber dinamitado el pacto profesional por la sanidad.

3.2. En 2016 aumentó el riesgo de pobreza en Cantabria. La política social es un fracaso

Llegaron ustedes al Gobierno con el discurso de la emergencia social y hoy la tasa AROPE, que mide el riesgo de pobreza en nuestra comunidad, ha aumentado en más de 4 puntos frente a los 7 que cayó en el año 2015.

Una tendencia al alza totalmente coherente con el aumento exponencial de la Renta Social Básica que exhiben ustedes con incomprensible afán y que confirma el fracaso de las políticas reales de reactivación económica y fomento del empleo.

Ya destinan más millones a esta prestación- este año serán más de 31- que a la promoción del empleo y la inserción laboral en Cantabria.

Venían ustedes a reconstruir el sistema de atención a la dependencia y causa sonrojo el modo en que este Gobierno continúa frenando la aplicación de la ley y recortando, por segundo año consecutivo, recursos al sistema.

En consecuencia, nunca hubo más personas con derecho a prestación sin atender en Cantabria: más de 4.300. De ahí el apagón informativo que impide conocer un solo dato del sistema.

3.3. Educación en Cantabria: cobaya de la educación española

En educación se ha abandonado por completo cualquier proyecto de calidad educativa al servicio de los jóvenes de Cantabria.

El 90% de su política se dedica a establecer si en carnavales se libra o se trabaja o si la Semana Santa se respeta o se traslada.

Lejos de querer mejorar el sistema educativo, todo el problema se reduce al calendario, un enorme despropósito que demuestra total ausencia de interés por los planes de estudio, la calidad y la igualdad.

Lo importante no son las matemáticas, los idiomas o la formación profesional, lo importante para esta Consejería es organizar las vacaciones. Y cada curso se inventa una cosa nueva para que las familias se rompan la cabeza cuadrando agendas laborales y escolares.

Este Gobierno ha descubierto que el verdadero camino para mejorar la enseñanza es organizar bien el tiempo en que no hay enseñanza. Enhorabuena por el descubrimiento.

Y mientras nadie se ocupa de unos resultados del informe PISA, los nuestros, que son preocupantes y peores que los de nuestros vecinos.

Están ustedes haciendo de la escuela de Cantabria la “cobaya” de todos los experimentos que se les ocurren.

¿Dónde está el esfuerzo por la igualdad social? No en el Instituto Alberto Pico donde acaban de laminar un proyecto destinado a dar más oportunidades a estudiantes con una base de partida mucho más complicada que otros.

¿Dónde está el esfuerzo por la enseñanza de idiomas? ¿Cuál es su plan para adaptar los conocimientos de nuestros estudiantes a la economía y a la tecnología que vienen?

Y ¿por qué han dejado ustedes tirados a miles de opositores del cuerpo de maestros que llevaban todo un curso preparando oposiciones?

Preste atención, presidente, a sus trabajadores precarios y al descontrol de recursos humanos en la consejería, porque usted nombra los consejeros y usted es el responsable.

3.4. Cultura. Falta de agilidad en proyectos de referencias

En el ámbito cultural el análisis es sencillísimo: este Gobierno no cree ni en sus propios proyectos.

Ya no cree en Comillas. No cree en el MUPAC porque no se explica que llegue al ecuador de la legislatura con las manos en los bolsillos y tampoco cree en el potencial de asociación del Archivo Lafuente y el Museo Nacional Reina Sofía, como expuso aquí hace unas fechas una diputada regionalista que sigue convencida de que un archivo artístico son un puñado de carpetas.

Es decir, falta de fe en Cantabria y en los proyectos de referencia.

Nada de nada para relanzar el patrimonio del sur de Cantabria, para aprovechar lugares emblemáticos como la Puebla Vieja de Laredo o San Vicente de la Barquera y para impulsar en torno a Torrelavega un eje entre Altamira y Puente Viesgo.

Si no fuera por la iniciativa privada del Centro Botín, su balance en política cultural no podría ser más rácano y triste, porque no cree usted en la cultura y tampoco en la capacidad de la cultura como palanca de la economía regional.

4. ¿Qué hace el Gobierno en sostenibilidad?

La política ambiental se ha convertido en algo irrelevante para el Gobierno de Cantabria. Sólo les preocupa aquello que tiene sentencias judiciales o les conlleva censuras públicas.

La gran gestión de esta legislatura ha sido convertir a Cantabria en el basurero de Guipúzcoa. Ha descubierto usted una de nuestras grandes potencialidades: ser el vertedero de otras.

En cuanto a la gestión de especies protegidas y reguladas, ha necesitado usted que le den un susto político los ganaderos para reflexionar sobre su pésima gestión del lobo. A rastras, sin planificación.

No tiene usted en marcha ninguna gran iniciativa de referencia en el reciclaje, en la separación de residuos en los hogares, en crear hábitos de consumo sostenible.

Ni tampoco una estrategia contra el cambio climático. ¿Qué proyecta hacer en ordenación del territorio, en desarrollo forestal, en protección de ecosistemas mixtos en nuestras rías y estuarios?

No somos referencia en nada cuando deberíamos ser los primeros de la clase por nuestros valores naturales y nuestro tamaño operativo.

No está haciendo nada para promover el uso del transporte público, creando, por ejemplo una estación intermodal de autobuses en el centro de Torrelavega. O ¿dónde está su compromiso con una mejor integración del transporte santanderino con las zonas periurbanas próximas como Bezana, Piélagos o Camargo?

Su fracaso en el desarrollo eólico ha sido sencillamente espectacular. Su primer concurso fue anulado en los tribunales y ahora ni siquiera son capaces de desarrollar el nuevo marco energético que les dejamos aprobado con todas las garantías.

5. El Partido Popular tiene mucho que ofrecer a los cántabros

El retraso de Cantabria en recuperarse, en consolidar el bienestar y en ganar un futuro sostenible no es una casualidad, es el resultado de un Gobierno sin una estrategia clara de desarrollo regional, con un rumbo errático y falto de objetivos.

Su asociación con el Partido Socialista no puede tener un rendimiento más bajo. Es más, si no estuviéramos dentro de una marea general de ascenso de la economía española, esto rozaría el desastre más absoluto.

No se puede estar siempre ahí, en el filo de la navaja. No basta con hablar y hablar. Hay que gobernar y se le está haciendo tarde, presidente, porque no ha empezado todavía.

Le pido que, en lo que quede de legislatura, no deseche los proyectos del Partido Popular para recuperar el tiempo y recobrar el pulso perdido.

Hay que reaccionar y dinamizar Cantabria ya y, para ello, el Partido Popular propone un contrato social, un gran acuerdo entre las fuerzas políticas y los agentes económicos y sociales basado en tres pilares.

Un programa para acelerar la recuperación y el crecimiento económico, fomentando inversiones públicas y privadas, reforzando el apoyo a emprendedores y generando más empleo estable.

Un consenso sobre la sostenibilidad de nuestra sociedad del bienestar de acuerdo con las previsiones demográficas y económicas y una planificación adecuada de los recursos.

Y una verdadera apuesta por el desarrollo sostenible que implique a todos en el uso de los recursos naturales de forma QUE avancemos hacia un impacto ambiental mucho menor de nuestros estilos de vida.

Necesitamos objetivos e inversiones en energía, transporte, consumo, residuos, reducción de emisiones o efectos del cambio climático.

Tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, es posible que la legislatura nacional dure tanto como la autonómica o incluso más y Cantabria necesita una interlocución efectiva de su Gobierno con el Gobierno de España.

Cantabria necesita más consenso político y social dentro y fuera de la comunidad.

Y para esto el Gobierno de Cantabria va a tener siempre a su lado al Partido Popular. En una actitud exigente pero constructiva.

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